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Enrique Ernesto Febbraro Creador del Día
de la amistad
El día internacional del amigo tiene
origen en Argentina, sí, en nuestro
país; y se lo debemos a Enrique Ernesto
Febbraro, profesor de psicología,
filosofía, historia músico y odontólogo.
Vivía en Lomas de Zamora, fue socio
fundador del Rotary Club de San
Cristóbal de Buenos Aires, barrio en
donde nació por el año 1924 y en el que
vive actualmente. Es socio fundador y
ahora honorario del Rotary Club de Once,
de dicha ciudad.
“Un amigo
no da consejos, ayuda, acompaña”, define
Enrique Ernesto Febbraro, el hombre que
el 20 de junio de 1969 inventó el “Día
del Amigo”. Y completa:
“la
amistad es casta: si se mezcla con sexo,
ya es otra cosa. Y tanto con un hombre,
como con una mujer, tiene que estar
fundada en el respeto”.
“Un padre que da consejos es un padre, ¡pero jamás un amigo!”, retruca desde su casa del barrio porteño de San Cristóbal al mismísimo Martín Fierro de José Hernández.
Casi como al pasar, asegura que Hernández pifió el renglón cuando puso en boca de Martín Fierro la imagen de un padre consejero y camarada.
Los únicos consejos válidos para Febbraro son aquellos que ayudan a conservar y mejorar la amistad y en el deber humano de tener amigos, empezando uno mismo por ser amigo”, señala.
El 20 de julio de 1969 mientras miraba por tevé la
llegada del hombre a la Luna, se prometió a sí mismo que
ese sería para siempre el Día del Amigo.
Antes de que la Apolo 11 regresara a la Tierra, desde su
consultorio de Lomas de Zamora, donde vivía entonces,
envió mil cartas a cien países y, a vuelta de correo con
700 respuestas, había quedado fundado el Día del Amigo.
Cuando Neil Armstrong pisó la Luna y dio “un pequeño
paso para el hombre y un gran salto para la humanidad”,
consideró que había madurado su idea de dedicarle un día
al amigo.. “Escuché que el alunizaje del módulo era un
gesto de amistad, desde la humanidad hacía el universo.
¡Ya está, es el día elegido!, dije. Hoy se celebra en
unos cien países y esta en la agenda del corazón de los
argentinos”.
Febbraro enviudó dos veces de mujeres que empezaron
siendo sus amigas y le dejaron lo que él llama su
tesoro: dos hijos y cuatro nietos.
El profesor señala que “entre un hombre y una mujer
siempre subyace el deseo, pero si se lo supera, la
amistad prospera. El matrimonio –aunque es una
institución que une intereses diversos— siempre llega al
minuto donde surge la amistad”.
En
conversación con el director de Prensa Rotaria, Néstor
C. Sarandria, el Dr. Febbraro, enfatizaba : "Mi amigo es
mi maestro, mi discípulo y mi condiscípulo. Él me
enseña, yo le enseño. Ambos aprendemos y juntos vamos
recorriendo el camino de la vida, creciendo. Sólo el que
te ama te ayuda a crecer".
Su tarea se llevaba a cabo con un lema: "Un pueblo de
amigos es una Nación imbatible", a la vez que destacaban
que sería una celebración ética, sin fines de lucro ni
de fomento al consumo.
Visitó organismos nacionales, gubernamentales,
municipales, políticos, religiosos, personas notables y
amigos para que adoptaran la idea y luego la difundieran
en sus áreas de influencia.
Poco a poco fue logrando su cometido, primero fue el
Gobierno de la Provincia de Buenos Aires que con su
decreto Nº 235/79 autorizó la celebración y le dio un
marco legal. Luego se fueron sumando distintas entidades
y extendiéndose por toda la Argentina y por algunos
países de América Latina.
Para el Dr. Febraro, con el día del alunizaje se amplió
el horizonte, conquista ésta de la humanidad toda, con
la consiguiente posibilidad de estrechar nuevos lazos de
amistad.
Su iniciativa tuvo éxito, ya que cada 20 de julio, en
muchos países, los amigos esperan reunirse y dedican un
día a la Amistad. Pero es importante recordar que la
Amistad es vivida cotidianamente, durante los 365 días
del año.
Dicha cotidianeidad es expresada claramente por
Cunninghan: "Amigos son aquellos extraños seres que nos
preguntan cómo estamos y esperan a oír la contestación
".
El Dr. Enrique Ernesto Febbraro fue candidato dos veces
al premio Nobel de la Paz.