MUJER Arte dedicado al
Día Internacional de la Mujer
DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER
Libia Carciofetti, pisciana nacida en
Villa
Constitución, Santa Fe,
y residente en la ciudad de Santiago del Estero,
es una
dilecta escritora,
a lo largo de su carrera cosecha
innumerables premios que
valoran su obra magnifica y
con cuyas creaciones nos
deleitamos y de las
cuales hace ,
junto a los Grandes Poetas Argentinos,
una honra al Arte:
"NO SOY JUDÍA NI ÁRABE"
No soy árabe ni judía
Solo un corazón que sangra en la frontera...
Un corazón que sufre y llora
con el color de dos banderas.
Que ondean en mi alma y en la de aquellos
que deploramos las guerras…
No podemos evitar decir
lo que nuestra alma encierra.
Cuando el hombre deja de ser humano
y se comporta de esta manera.
Cuando los afectos pierden valor
y los intereses de estados impera.
Cuando los cadáveres de hombres, y niños
se diseminan sobre una cantera.
Cuando la prensa por ganar prestigio
en primicias de notas se desespera.
Y especula con el dolor
y el llanto de familias enteras.
¡Por piedad! ¡Dios mío!
Creador del cielo y de la tierra.
Por piedad te pido ¡Señor!
Que destruyas esta barrera
que levantaron los hombres
aún a costa de sufrir esta lucha carnicera.
Que la Paz que ¡tanto deseamos!
los que miramos desde afuera.
No sea una utopía y descubras la ceguera
de los que tienen hambre y sed
de venganza, pero usan anteojeras.
Tú que nos regalaste un Edén
los hombres lo están convirtiendo en quimeras.
Este dolor se está haciendo carne
en nosotros, y ya nos lacera.
Quisiéramos despertarnos mañana
y sentir que la paz, ya será duradera..
Los hombres la discuten, disienten,
y en esa empresa se alteran.
Por piedad! no más bombas
sino vuelos de palomas mensajeras
Que nos traigan noticias de acuerdos
de hermanos que ya dejan de ser fieras.
Que los niños duerman soñando con ángeles.
y no enmudezcan en bolsas de arpilleras.
No soy judía ni árabe…
Solo una cristiana que enarbola
su amor como bandera.
Autor:
Libia Beatriz Carciofetti
Derechos reservados Nº 452298
*:*:*:*:
Si esto llegara a suceder
Si se me cerraran las ventanas
Me haré sombra, y atravesaré las paredes levantadas.
Si con adoquines las edificaran.
Las bombardearé, aunque mi sombra sepultaran.
Si me echare a caminar y las rutas cortaran.
Levitaré y me haré pájaro de cuatro alas.
Si me quitaran las estrellas y sin techo me dejaran.
Me cubriré con las nubes... de rocío mojadas.
Si me taparen los ojos ¡Miraré con el alma!
Y si me cortaran las manos, acariciaré con mis palabras.
Y si de pronto mi boca taparan y la sellaran.
Mi corazón tañerá ¡Más fuerte que diez campanas!
Si a golpes de puño a morir me forzaran.
Resucitaré como la dama de noche.
Cuando la besa la luna, bella, iluminada.
Y si de todas maneras acabar quisieran.
Con este mi cuerpo hecho una piltrafa.
Caerá una centella, fogoneando de la nada.
Y huirán los agresores y también las alimañas.
Porque una voz dulce y tibia como luz de madrugada.
Se levantará enhiesta en el campo de batalla.
Diciendo: A ella... ¡No la toquen!
La compré y es mía; ¿No ven que es delicada?
Pero no se dejará vencer por la fuerza.
A luchar está acostumbrada.
¡Retiraos de aquí! Gente malsana.
Que a esta fierecilla ¡Nadie le gana!
Libia Beatriz Carciofetti // Argentina
Derechos reservados Nº 452298
libypoesias@arnet.com.ar
Descalza por el empedrao
Cuando bajé por la colina, descalza por el empedrao...
Se me calcinaron los pie, aunque corrí apresurao.
Oí desde el pueblo, el sonío de tu guitarra,
¡Dios! Como si me estuviese llamando.
El corazón era un potro, que se me había adelantao.
Y los cabellos agitaos al viento.
Ya se me habían enmarañao.
Brincando junto conmigo, iba mi perro asustao.
¿Que le pasa a mi patroncita?
¡Que hasta se olvidó el calzao!
Mis polleras eran veinte mariposas.
Que a mi compás se iban aleteando.
Mi blusa con el sudó, al cuerpo se me había pegao.
Junto al río te encontré con tus ojos desorbitaos.
No quitabas ellos de mi blusa, gitano dulce ¡Embobao!
Caí rendida a tus pie ¡Exhausta y muerta de amor!
¡Al fin! Te había encontrao, presidiario de mi carcel de amó.
Tus manos seguían rasgando Aranjué... como en el tablao.
Pero ahora ¡Solo para mi! Con las cuerdas tiritando.
Mira mi guitarra mujé ¡Eres tú! Y a ella duermo abrazao.
Aprieto su fina cintura y sueño que te estoy sujetando.
Asi nos fuimos caminando, en silencio y acurrucandono.
Buscando el agua del río, que apagara nuestra sed
y refrescara mis pies descalzos.
Despué... despué... ¡No se bién lo que pasó!
Pero en mi pelo ya no había flo.
En mi cintura dos manos que junto a tu cuerpo me asió.
La guitarra a un costao, y pegada a mi oido
tu voz varonil me susurró:
¡Gracias al cielo por haberte encontrao!
Y dejarte envolver por mi pasión.
¡Es realida! ¡No lo soñamos! Ni tú ni yo!
Se hizo corta la noche ¡Que pronto que amaneció!
Subiremos muy juntos al poblao.
Buscando una iglesia y a Dios.
Para sellar con juramento, este portento de amor.
Con sangre de nuestras propias venas.
¡Firmaremos asi los do!
Libia Beatriz Carciofetti // Argentina
Derechos reservados Nº 452298
Se llama Dagoberto
Mi querido centinela, de los días aciagos... de ojitos tristes y pelo muy
largo...
Único que ofrece cariño, sin hacer ningún reclamo.
Cuidaste de mi bebé como si fueras su amo.
Sirena que pulula detrás de los gatos.
Y se esconde en un rincón, cuando oye que "aspiro" la casa con ese "aparato".
Los años, te pusieron los pelos "canos" y hoy pareces un muñequito de trapo.
No sabes como hacer para consolarme cuando me ves llorando, me lames entera
entonces te abrazo.
¡Y galopa tu respiración! Como un corcel desbocado.
Se que partirás pronto... Y yo quedaré con el corazón destrozado.
Libia Beatriz Carciofetti// Argentina
Derechos reservados Nº 452298
libypoesias@arnet.com.ar
ESE FANTASMA LLAMADO MUERTE
Ese fantasma llamado muerte.
Que viene por nosotros así... ¡De repente!
Vestida de negro, ojerosa, inerte.
Odiada por todos; airosa omnipotente.
Brazos extendidos, librada a tu suerte.
Espectro delirante, abrasador, candente.
Asolas los hogares, te burla del más fuerte.
No llamas a la puerta, eres cruel e inclemente.
No te importa el llanto, por un hijo ausente.
La silla vacía no es capaz de conmoverte.
Tu sarcástica risa, sin piedad aparente.
Solo inspiras rechazo, y es nauseabundo olerte.
Pero recuerda esa vez OH maldita muerte!
Cristo te derrotó, sin armas, el Justo e inocente.
Desde aquel glorioso día, no puedes enaltecerte.
Porque te humilló hasta lo sumo y será eternamente.
¡Ven! Te desafío, no quieras esconderte.
Marioneta en manos del Dios omnipotente.
A mi vida El puso plazo y no va a concederte.
Que me toques un cabello, ni por accidente.
¡Quítate la máscara! Que ya quiero verte.
Conmigo no podrás, pues yo soy creyente.
Tú fuiste vencida, y no podré complacerte.
Que te gloríes de mí, ¡Derrotada para siempre!
LIBIA CARCIOFETTI
Derechos reservados.
Como a la playa la ola
Sentada en la arena meditabunda y sola.
Estoy esperando que me sacuda la brisa
Para mojar tu alma como a la playa la ola.
Erguida y dispuesta como la diosa Artemisa.
De pronto el agua arrastra una caracola.
Y al acercarla a mi oído, es como sentir tu risa.
¡Tan contundente! como una escayola.
Trepando a mis muros por una cornisa.
Te acercas y tus ojos son como farolas.
Encendidos en la tarde, corriendo al sol de prisa.
Arrojas piedras al mar formando aureolas.
Ese es nuestro código, y te doy la visa.
Tus brazos me rodean y son como una estola.
La fiera se aquieta, y te ama sumisa.
Mientras tu mar se agita, bañando con su ola.
Mi cuerpo que para ti, no necesita requisa.
Libia Beatriz Carciofetti / Argentina
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libycarciofetti@yahoo.com.ar
Día
internacional de la Mujer
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