Madrecita mía, madrecita tierna, déjame decirte dulzuras extremas. Es tuyo mi cuerpo que juntaste en ramo, deja revolverlo sobre tu regazo. Juega tú a ser hoja y yo a ser rocío, y en tus brazos locos tenme suspendido… Madrecita mía, todito mi mundo, déjame decirte los cariños sumos.
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