Mi Regalo
Ahora ha llegado el momento que abras tu
regalo. Los regalos de vidrio y hojalata
duran sólo un día y luego desaparecen. Yo
tengo un regalo mucho mejor para ti. Es un
anillo que quiero que lleves. Brilla con una
luz especial y nadie te lo puede quitar,
tampoco puede ser destruído. Tú eres la
única persona en el mundo que puede ver el
anillo que hoy te entrego, así como yo era
el único que podía verlo cuando era mío. El
anillo te dá un nuevo poder. Con él te
elevarás hasta las alas de todos los pájaros
que vuelan, verás a través de sus ojos de
oro, tocarás el viento que estremece sus
suaves plumas y conocerás el gozo de
alejarte del mundo y sus preocupaciones.
Podrás quedarte en el cielo todo el tiempo
que quieras, pasar allí la noche, contemplar
el amanecer y, cuando sientas deseos de
regresar, tus preguntas tendrán respuestas y
tus preocupaciones habrán desaparecido. Como
todo lo que no puede ser tocado con las
manos o visto con los ojos, tu regalo
adquiere mayor poder a medida que lo usas.
Quizás al comienzo sólo te lo pongas al aire
libre, mientras observas el pájaro con el
que vuelas. Pero más tarde, si lo sabes
usar, te guiará hasta pájaros a los que no
puedes ver, y por último descubrirás que no
necesitas ni anillo ni pájaro para volar
sobre las quietas nubes. Y cuando llegue ese
día, deberás dar tu regalo a alguien que
sepas que lo usará bien, alguien capaz de
aprender que las únicas cosas importantes
son las que están hechas de alegría y
verdad, y no de vidrio y hojalata. No puedo
viajar, porque ya estoy contigo. No eres
pequeño porque has crecido jugando entre tus
vidas como lo hemos hecho todos, por el gozo
de vivir. No tienes cumpleaños porque has
vivido siempre; nunca naciste y nunca
morirás. No eres hijo de aquéllos a quienes
llamas padre y madre, sino su compañero de
aventuras en un luminoso viaje que nos lleva
a entender las cosas que existen.Todo regalo
de un amigo es un deseo de felicidad y lo
mismo ocurre con este anillo. Viaja libre y
feliz más allá de los cumpleaños, por encima
de la palabra "siempre", y nos encontraremos
alguna que otra vez, cuando así lo deseemos,
en medio de la única celebración que no
puede terminar.
Richard Bach
|