Sarmiento nace el 15 de febrero de 1811, en
una humilde casa, en la ciudad de San Juan
capital de la provincia homónima, hijo de José
Clemente Quiroga Sarmiento y Paula Albarracín.
Su verdadero nombre era Faustino Valentín
Sarmiento. Según algunas fuentes el nombre
Domingo se le adjudicó sucesivamente aunque no
figuraba en su partida de nacimiento. Entre 1815
y 1821 cursa estudios en la Escuela de la Patria
de su ciudad natal; finalizados éstos viaja con
su padre a la ciudad de Córdoba a cursar el
seminario pero no le es concedida una beca. En
1823, luego de tratar vanamente de ingresar al
Colegio de Ciencias Morales en Buenos Aires,
trabaja como asistente del ingeniero Victor
Barreau en la Oficina de Topografía de San Juan.
Ese mismo año su tío José de Oro es desterrado a
San Francisco del Monte y él lo acompaña.
En 1827 es reclutado dentro del ejército
federal. Según sus relatos, Sarmiento, como
alférez de milicia debía realizar tareas que lo
incomodaban. Presenta un reclamo y es citado por
el gobernador Manuel Quiroga; durante la reunión
Sarmiento pide ser tratado con equidad, pero
esto es tomado como un desacato y es enviado a
prisión. Debido a éste, y a otros
enfrentamientos personales con integrantes del
ejército federal, decide abrazar la causa
unitaria y se incorpora al ejército comandado
por José María Paz.
Debido a la victoria federal en 1831 en su
provincia se ve obligado a emigrar hacia Chile,
donde realiza distintas actividades para
subsistir. Durante este período trabaja como
profesor en una escuela de la provincia de Los
Andes, donde tuvo con una alumna, María Jesús
del Canto (con quien nunca se casó[3] ), a su
única hija Ana Faustina, quien será madre de
Augusto Belín. En 1836, mientras se desempeña
como minero, contrae tifoidea y, a pedido de su
familia, el entonces gobernador de San Juan,
Nazario Benavídez, le permite volver a la
Argentina.
De regreso en su ciudad natal, forma parte de la
Sociedad Dramática Filarmónica, y luego funda la
Sociedad Literaria (1838), filial de la
Asociación de Mayo; comienza a participar de
actividades artísticas, teniendo contacto con la
Generación de 1837 y retoma la actividad
política. De hecho la sede del grupo artístico
del que forma parte es utilizado como centro de
reunión de quienes se oponían a Juan Manuel de
Rosas, por entonces gobernador de Buenos Aires y
encargado de las Relaciones Exteriores de
Argentina.
En 1839 funda el Colegio de Pensionistas de
Santa Rosa, un instituto secundario para
señoritas, y crea el periódico El Zonda, desde
el cual dirige duras críticas al gobierno.
Debido a sus constantes ataques al gobierno
federal, el 18 de noviembre de 1840 es apresado
y nuevamente obligado a exiliarse hacia Chile.
Nuevamente en Chile se dedica de lleno a la
actividad cultural. Escribe para los periódicos
El Mercurio, El Heraldo Nacional y El Nacional;
y funda El Progreso. Crea y dirige en 1842 la
Escuela Normal de Preceptores, la primera
institución latinoamericana especializada en
preparar maestros. También impulsa el
romanticismo, llegando a polemizar con Andrés
Bello. Su labor como pedagogo es reconocida por
la Universidad de Chile nombrándolo miembro
fundador de la Facultad de Filosofía y
Humanidades; y en 1845 el presidente Manuel
Montt Torres le encomienda la tarea de estudiar
los sistemas educativos de Europa y Estados
Unidos.
Durante su paso por Francia aprovechó para
encontrarse con José de San Martín que vivía
exiliado por propia voluntad en su residencia de
Grand Bourg.
Una vez finalizado su viaje por el mundo, en
1848 se casa con Benita Martínez Pastoriza,
viuda de su amigo Domingo Castro y Calvo, y
adopta al hijo de estos, Domingo Fidel
("Dominguito"); y se instala en Yungay. Durante
un año se dedica de lleno a escribir, y fruto de
ello son Viajes por Europa, África y América, en
el cual escribe sobre lo observado en sus
viajes, y Educación popular, donde transcribe
gran parte de su pensamiento educativo, y su
proyecto de educación pública, gratuita y laica.
Al año siguiente se separa de su esposa para
luego volver con Dominguito a la Argentina.
Dominguito En medio de su larga vida, se destaca
el joven Domingo Fidel Sarmiento, conocido
popularmente como Dominguito. El nació en Chile
en 1845, siendo hijo de Domingo Castro y Calvo y
Benita Martínez Pastoriza. Su nombre original
era Domingo Fidel Castro y siendo muy pequeño
muere su padre. Su madre se casa con un también
viudo procedente de Argentina, Domingo Faustino
Sarmiento quien lo adoptó en 1848. A los cuatro
años aprendió a leer. En su país natal cursó
estudios primarios y terminó el bachillerato en
Argentina. Se estalla la guerra contra Paraguay,
conocida como Guerra de la Triple Alianza y
Dominguito decide alistarse en el ejército
argentino pese a la oposición de su madre. El
participó con el grado de capitán del dicho
ejército.
En septiembre de 1866, Dominguito cae
mortalmente herido en la batalla de Curupayty y
enseguida muere a los 21 años de edad. Esto
sucedió al tiempo que su padre Sarmiento
desempeñaba el cargo de ministro
plenipotenciario de la Argentina en Estados
Unidos. Allí recibe la triste noticia de la
muerte de su querido hijo adoptivo por medio de
los enviados especiales de Bartolomé Mitre y
cayó en una profunda depresión nada más al
enterarse.
Poco tiempo después Sarmiento renuncia al cargo
diplomático y emprende el regreso a Buenos
Aires. Ya en la capital argentina, se dirige
directamente al cementerio donde se encontró con
la tumba de su entrañable Dominguito y allí pasó
un largo rato muy devastado. Desde entonces
Sarmiento no volvió a ser el mismo de antes a
raíz de la prematura muerte de Dominguito, que
lo dejó marcado por el profundo dolor hasta su
muerte,[cita requerida] acaecida en Paraguay en
1888. Años después decide escribir la biografía
de su apreciado hijo: "Vida de Dominguito".
Carrera política En 1851 ingresa como
gacetillero en el ejército de Justo José de
Urquiza. Luego de la caída de Rosas entra en
conflicto con Urquiza y se ve obligado a volver
a Chile. Durante este periodo entabla
discusiones con Juan Bautista Alberdi acerca de
la política del país.
En 1855 regresa a la Argentina, en Buenos Aires,
es electo concejal (1856) y luego senador
durante tres períodos (1857, 1860 y 1861),
mientras tanto se desempeña como jefe del
Departamento de Escuelas.
Luego de la batalla de Pavón, acompaña al
general Wenceslao Paunero en la campaña a Cuyo,
una vez allí es designado gobernador de San Juan
(1862). En 1864, a causa de la muerte de su
amigo Antonino Aberastain, inicia una
persecución que finaliza con el asesinato del
caudillo riojano Chacho Peñaloza, a raíz de ello
el gobierno lo envía en misión diplomática
durante tres años.
Presidencia En agosto de 1868 se realizan
elecciones nacionales, siendo elegido candidato
por un grupo de políticos del país (entre ellos
el coronel Lucio V. Mansilla) mientras se
encontraba en los Estados Unidos. El 12 de
octubre de 1868, asume como presidente, cargo
desde el que promueva la educación y el
desarrollo de las comunicaciones en el país.
Cargos posteriores Al finalizar su mandato
presidencial, transmite la presidencia a Nicolás
Avellaneda, en 1874. En 1875, asume como senador
nacional por su provincia, cargo que abandona en
1879 para asumir brevemente como Ministro de
Interior para Nicolás Avellaneda. Luego ocupa el
cargo de Superintendente de Escuelas durante el
gobierno de Julio Argentino Roca, pero renuncia
a causa de diferencias radicales con Avellaneda
y el propio Roca. En 1885, funda en Buenos
Aires, el diario "El censor".
En 1887 viaja al Paraguay junto a su hija, donde
intenta contribuir con el progreso del país.
Debido a su endeble salud fallece en Asunción el
11 de septiembre de 1888 a los 77 años de edad.
El 21 de septiembre, sus restos regresan a
Buenos Aires, y son sepultados en el Cementerio
de la Recoleta de esa ciudad.
Desde su posición, Sarmiento defendió la
educación de la mujer a la par del hombre, y
mantuvo una fuerte amistad con Juana Manso, a
quien consideró la única persona en América
Latina que había interpretado su plan de
educación[cita requerida]. En una carta dirigida
a ella, la saluda por el reestablecimiento de
los Anales de la Educación, y felicita al
gobierno argentino por esta decisión, además de
aseverar que la mujer, por su instinto maternal
es el ser idóneo para encargarse de la educación
infantil.
Sarmiento, gobernador de San Juan
Retrato de Sarmiento como gobernador de San
JuanSarmiento arribó a San Juan como enviado
nacional por parte del presidente Mitre y asumió
el poder en el año 1862. Donde se encontró con
la provincia empobrecida y dividida, por eso
trató de ordenar las finanzas y de impulsar el
modelo basado en la civilización y el progreso,
logrando en tan solo dos años cambiar por
completo la fisonomía de su provincia con
numerosas obras públicas de todo tipo.
En materia educación y cultura creó una
Legislación que establecía la educación pública,
gratuita y obligatoria, inauguró nuevas escuelas
primarias, colegio Preparatorio, la Quinta
Normal (actualmente Escuela de Enología) y
Escuela de Minas (actualmente Escuela
Industrial), ambas ubicadas en la ciudad de San
juan y edita nuevamente el periódico El Zonda.
En cuanto obras pública incorporo alumbrado y
empedrado público, apertura y ensanchamiento de
calles, forestación, confección del plano
topográfico de la provincia de San Juan. Desde
el punto de vista económico, fomento de la
explotación minera (diputación de Minas,
Compañía de Minas), leyes impositivas (patentes
y sellos de justicia) y en lo social, proyecto
de colonización y desarrollo agrícola con los
inmigrantes.
Sin embargo, la lucha, y la muerte del caudillo
Chacho Peñaloza y la oposición interna que debió
afrontar impidieron el logro total de sus
proyectos y ante la falta de apoyo de sus
comprovincianos, renunció al gobierno en 1864.
Atentado El 22 de agosto de 1873, sufrió un
atentado mientras se dirigía hacía la casa de
Vélez Sarsfield. Cuando transitaba por la actual
esquina de Corrientes y Maipú, en la ciudad de
Buenos Aires, una explosión sacudió al coche en
el que viajaba. El sanjuanino no lo escuchó
porque ya padecía una profunda sordera. Los
autores fueron dos anarquistas italianos, los
hermanos Francisco y Pedro Guerri, que
confesaron haber sido contratados por hombres de
López Jordán. El atentado falló porque a
Francisco Guerri se le reventó el trabuco en la
mano. Sarmiento salió ileso del atentado y se
enteró más tarde porque se lo contaron.
La muerte Durante los años de 1887–1888, con la
salud deteriorada por la sordera y una
insuficiencia cardiovascular y bronquial, se
refugió en el clima cálido de Asunción. Era
ahora un anciano y su salud estaba quebrantada.
Le costaba respirar y los médicos le aconsejan
alejarse de Buenos Aires para evitar los fríos.
Además se agudizaba su hipertrofia cardíaca. A
comienzos de 1888 se embarcó con su hija
Faustina y sus nietos para Asunción, donde ya
había estado el año anterior.
A pesar de la enfermedad, seguía trabajando por
la elevación paraguaya. Pero el 11 de septiembre
de 1888, Sarmiento fallece en Asunción,
Paraguay. Sus restos fueron inhumados en Buenos
Aires, 10 días después. Ante su tumba, Carlos
Pellegrini sintetizó el juicio general: “Fue el
cerebro más poderoso que haya producido la
América”.
Obra
Literaria
Mi defensa, 1843.
Facundo o Civilización y Barbarie, 1845; Trata
sobre el caudillo riojano Facundo Quiroga y las
diferencias entre los federales y unitarios. Es
una descripción de la vida social y política del
país que tiene alcances sociológicos e
históricos, pues ofrece en él una explicación
sociológica del país fundada en el conflicto
entre la «civilización» y la «barbarie»,
personificadas respectivamente en los medios
urbano y rural.
Vida de Aldao, 1845.
Método gradual de enseñar a leer el castellano,
1845.
Viajes por África, Europa y América, 1849;
Autobiográfica.
Argirópolis, 1850.
Recuerdos de provincia, 1850; Autobiografía.
Campaña del Ejército Grande, 1852.
Las ciento y una, 1853; serie de epístolas
dirigidas a Juan Bautista Alberdi.
Comentario a la Constitución de la Confederación
Argentina, 1853.
Memoria sobre educación común, 1856.
El Chacho, 1865; sobre el caudillo riojano Ángel
Vicente Peñaloza.
Las escuelas, bases de la prosperidad, 1866.
Conflicto y armonías de las razas en América,
1884. En esta obra desarrolla una concepción
semejante a la de Facundo, pero encarada desde
el punto de vista étnico. Su primer tomo es de
1884 y el segundo, póstumo, que según su autor
es «Facundo llegado a la vejez».
Vida de Dominguito, 1886; sobre su hijo
adoptivo, muerto en la Guerra de la Triple
Alianza.
Su
aporte a las ciencias y a la enseñanza
Domingo F. SarmientoSarmiento realizó una
importante contribución al saber gracias al
aporte que realizó como promotor del progreso
científico y una acción y prédica constante a
favor de la enseñanza y creación de
instituciones científicas y culturales.
Durante su presidencia se inició la formación
profesional de maestros. Creó escuelas normales
anexas a los colegios nacionales de Corrientes y
de Concepción del Uruguay en 1869 y de Paraná en
1870. Fundó el Colegio Militar, la Escuela
Naval, y escuelas de arboricultura y agronomía
en San Juan, en Mendoza, y más tarde en Tucumán
y Salta.
Creo escuelas primarias en varias provincias e
importó de Europa gabinetes de ciencias y
colecciones de historia natural.
Por su iniciativa se crearon en la región cuyana
las cátedras de mineralogía en los Colegios
nacionales de Catamarca y de San Juan, que se
convertirían en 1876 en la Escuela de Ingenieros
de San Juan.
En cumplimiento de una ley de 1869 encomendó a
Germán Burmeister las gestiones para incorporar
veinte profesores europeos para la enseñanza de
ciencias exactas y naturales en la Universidad
de Córdoba.
Durante su gestión como representante argentino
en Estados Unidos logró que el astrónomo
Benjamin Apthorp Gould aceptase viajar a la
Argentina para crear un observatorio
astronómico. Cuando Gould llegó a la Argentina,
Sarmiento ya era presidente y había creado el
Observatorio Astronómico de Córdoba que
adquiriría en aquel entonces relevancia
internacional. También a Sarmiento y Gould se
deben la iniciación de los estudios
meteorológicos en Argentina al crearse en 1872
la Oficina Meteorológica Nacional que funcionó
hasta 1884 en Córdoba y luego se trasladaría a
Buenos Aires.
Según una anécdota parece que el fútbol también
le debe su impulso. En efecto, Alexander Hutton,
padre fundador del fútbol argentino, y a la
sazón, Rector del High School English, al
solicitarle permiso a Sarmiento para enseñar el
deporte de la pelota entre sus estudiantes (base
del recordado Alumni), recibió esta respuesta:
"Que aprendan, mi amigo, a las patadas pero que
aprendan".
fuente
http://es.wikipedia.org
Domingo Faustino Sarmiento