Dia mundial del Parkinson extendida por el mundo
Dia mundial del Parkinson
La enfermedad de Parkinson (EP),
también denominada
Parkinsonismo idiopático,
parálisis agitante o
simplemente párkinson,
es un trastorno neurodegenerativo
crónico que conduce con
el tiempo a una incapacidad
progresiva, producido a
consecuencia de la destrucción,
por causas que todavía se
desconocen, de las neuronas
pigmentadas de la
sustancia negra.
Frecuentemente clasificada
como un trastorno del movimiento,
la enfermedad de Parkinson también
desencadena alteraciones en la función
cognitiva, en la expresión de las
emociones y en la función autónoma.
Esta enfermedad representa
el segundo trastorno
neurodegenerativo por su frecuencia,
situándose por detrás de la
enfermedad de Alzheimer.
Está extendida por todo el mundo
y afecta tanto al sexo masculino
como al femenino, siendo frecuente
que aparezca a partir del sexto
decenio de vida.
Además de esta variedad tardía,
existe otra versión precoz que
se manifiesta en edades inferiores
a los cuarenta años.
En la actualidad,
el diagnóstico está
basado en la clínica, puesto
que no se ha identificado
ningún marcador biológico
de esta enfermedad.
Por ello, el diagnóstico
de la misma se apoya en
la detección de la
característica tríada
rigidez-temblor-bradikinesia
y en la ausencia de síntomas atípicos,
aunque también tiene importancia
la exclusión de otros posibles
trastornos por medio de técnicas
de imagen cerebral o de
analíticas sanguíneas
. En el año 1997, la
Organización Mundial de la Salud
estableció que el 11 de abril se
celebraría el Día mundial del Parkinson,
con el objetivo de acrecentar la
concientización de las necesidades
de las personas aquejadas de esta dolencia.
Fue esta la fecha escogida al coincidir
con el nacimiento de James Parkinson,
el médico británico que describió por
primera vez la «parálisis agitante»
, término que él mismo acuñó
Epidemiología
Globalmente, la incidencia anual de EP
es de dieciocho nuevos casos
por cada cien mil habitantes,
pero la alta esperanza de vida
que suelen presentar los pacientes
hace que la prevalencia de la enfermedad
en la población sea cuantitativamente
mayor que la incidencia,
registrándose unos ciento sesenta
y cuatro casos por cada cien
mil habitantes.
Según los estudios auspiciados
por el grupo de estudio del Europarkinson,
la prevalencia de EP en el
continente europeo es de 1,43%
en las personas que superan los
sesenta años de edad, aunque
se han hecho estimaciones en
estados como España o Reino Unido,
que exponen que cerca de ciento
veinte mil habitantes se ven afectados
por esta enfermedad en sendos países.
En América del Norte
la cifra se dispara hasta el millón
de pacientes aquejados de EP,
estando afectada un 1% de la población
que supera los 65 años.
En edades tempranas,
concretamente antes de los
cuarenta años, la EP es excepcional
y su prevalencia es menor del 1/100000.
La incidencia de esta enfermedad
empieza a aumentar a partir de los
cincuenta años y no se estabiliza
hasta los ochenta, si bien este hecho
puede ser resultado de un
sesgo de selección.
Varios estudios han puesto
al descubierto una prevalencia
acentuada de EP en el medio rural,
especialmente entre los varones.
Esto puede deberse a que la vida
en el campo incluye en algunas
ocasiones, diferentes exposiciones
ambientales de riesgo, como
contaminación en el agua de los pozos,
uso de pesticidas e insecticidas.
Mortalidad
Los estudios sobre la mortalidad en la EP
se encuentran limitados por la escasez
de precisión de los certificados de defunción,
así como por la confusión diagnóstica entre el
parkinson idiopático y
otros tipos de trastornos neurodegenerativos.
Con todo ello, puede establecerse
que las tasas de mortalidad por EP
son bajas para cualquier estrato de edad
y que la edad de la muerte de los
pacientes ha ido desplazándose hasta
edades más avanzadas, por un progresivo
aumento de la esperanza de vida.
Además, todo parece indicar que el
tratamiento con levodopa reduce el
riesgo de muerte de los pacientes,
especialmente durante los primeros
años de la enfermedad. De hecho,
y en efecto la mortalidad estandarizada
de la EP se situaba en 2,9 antes de haberse
producido la introducción de la levodopa,
pues tras la aparición del fármaco la cifra
experimentó un colosal descenso que la
dejó en 1,3, proporcionándole a los pacientes
una esperanza de vida que rozaba la normalidad.
Sin embargo, una revisión sistemática del efecto
de levodopa en el cambio de la esperanza de
vida demostró que la mejora que se había
producido a consecuencia del tratamiento
farmacológico era menor, con una estimación
de la mortalidad estandarizada de 2,1.
Cuando se sobreviene la muerte
en los pacientes aquejados de EP,
esta suele ser debida a una infección
intercurrente, generalmente torácica,
o a un traumatismo producido en
alguna de las caídas ocasionadas
por la inestabilidad postural.
Cabe destacar, que los pacientes
con EP tienen una menor probabilidad
de fallecer a consecuencia de cáncer
o de enfermedades cardiovasculares
que la población general.
Características clínicas
El diagnóstico puede realizarse
en aquellos individuos que presenten
al menos 2 de 4 signos cardinales:
Temblor en reposo.
Hipertonía Muscular (rigidez muscular).
Bradicinesia
(lentitud en los movimientos
voluntarios e involuntarios,
pero principalmente dificultad
para comenzar y terminarlos).
Pérdida de reflejos posturales.
El temblor en reposo
está presente en aproximadamente
85 % de los casos de EP.
La ausencia de expresión facial,
disminución del parpadeo y
del movimiento de los brazos al
caminar completan el cuadro clínico.
Muchos de estos síntomas
son comunes en los ancianos
y pueden ser causados por
otras afecciones.
En pacientes con algunos
de estos síntomas parkinsonianos,
y con ausencia de temblores,
presente en el 15% de pacientes
con Parkinson, pueden
sospecharse otras patologías
del sistema nervioso,
tales como las hidrocefalias.
Concretamente, la hidrocefalia
normotensiva también
aparece en ancianos,
deteriora las funciones del
sistema nervioso,
llevando a la demencia, y
se presenta con síntomas
parecidos a los del Parkinson,
sin aparición de temblores.
La prueba diagnóstica para
confirmar o descartar la hidrocefalia
normotensiva es un TAC.
Manifestaciones motoras
Bradicinesia.
Alteración de la motricidad fina.
Micrografía (estado en que la
letra en manuscrita del paciente
cada vez se hace más pequeña e ilegible).
Hipofonía.
Sialorrea (producción excesiva de saliva).
Temblor en reposo de 4 a 6 Hz.
Rigidez muscular.
Signo o Fenómeno de la Rueda dentada.
Alteración de la postura.
Inestabilidad postural.
Características no motoras
Depresión y ansiedad.
Apatía
Alteraciones cognitivas.
Alteraciones sensoriales y dolor.
Anosmia
(pérdida o disminución
del sentido del olfato).
Trastornos de la función autonómica.
A veces los pacientes refieren
dolor en las piernas por calambres,
frío, ardor o sensación de entumecimiento
y dolor de cabeza (cefalea) o
dolor de cintura (lumbar).
Las dificultades para dormir
se deben a la ansiedad, el dolor
o la rigidez muscular.
Es fundamental que el paciente
duerma bien y realice un buen
descanso porque el sueño reparador
disminuye los efectos sintomáticos
parkinsonianos.
El cansancio es un estado
de agotamiento físico y mental
muy común en pacientes parkinsonianos.
Puede ser consecuencia de los medicamentos,
de la depresión o del esfuerzo extra
necesario para realizar las tareas
cotidianas y enfrentar los síntomas
de la enfermedad.
Esto puede ser mejorado con
la medicación adecuada si se identifica
cual es la causa que lo provoca.
La depresión puede ser causada
por la enfermedad o
por una reacción a la misma.
Algunos pacientes se deprimen
cuando les dan el diagnóstico.
Los signos de depresión incluyen alteraciones
del sueño, de la memoria, del apetito,
del interés en la vida social o sexual,
pérdida de energía o motivación para
ciertas cosas y un concepto negativo
de sí mismo.
Al paciente le cuesta aceptar su estado
y se enoja por sus limitaciones.
La ansiedad aparece ante
cualquier situación estresante,
por no poder realizar las tareas
cotidianas como el paciente
estaba acostumbrado o por tener
que hablar en público.
La ansiedad puede llegar incluso
a provocar mayor inestabilidad,
dificultad para respirar y
sudoración excesiva.
Para evitar que esto suceda
son de gran ayuda las técnicas de relajación.
Entre las alteraciones cognitivas suelen
aparecer dificultades en la concentración,
la memoria, el pensamiento enlentecido,
la capacidad para planificar tareas complejas
o para realizar varias tareas a la vez.
La contención emocional
de las personas que rodean al
paciente es fundamental y un
componente clave en la atención
del parkinsoniano pues le
proporciona numerosos beneficios.
La confusión y las alucinaciones
que pueden aparecer son efectos
secundarios de la medicación
parkinsoniana y no de la enfermedad misma.
Efectos secundarios
La disfunción autonómica
se acompaña de diversas
manifestaciones:
hipotensión ortostática, estreñimiento,
urgencia miccional,
sudoración excesiva,
seborrea.
La hipotensión ortostática
puede ser ocasionada tanto
por la denervación simpática
del corazón como por efecto
colateral de la terapia dopaminomimética.
La depresión afecta a
aproximadamente el 50%
de los pacientes con enfermedad
de Parkinson y puede presentarse
en cualquier momento de evolución
de la enfermedad, sin embargo
se debe tener en cuenta que
puede ser agravada por la administración
de agentes antiparkinsonianos y psicotrópicos;
otras causas de depresión refractaria al tratamiento
incluyen: hipotiroidismo,
hipogonadismo, déficit de vitamina B12.
Los síntomas psicóticos
(más que una genuina psicosis se
trata de la semiología de una demencia)
afectan a 6 – 45% de los pacientes,
en etapas tempranas incluyen alucinaciones
visuales, aunque la depresión y la demencia
son los principales
desencadenantes de la psicosis,
también lo es la administración
de agentes dopaminérgicos,
anticolinérgicos, amantadina,
selegilina.
Escenarios de la escala de alimentación
de la enfermedad del Parkinson
Es indudable que al despuntar
el siglo XXI, la Enfermedad de Parkinson
ha adquirido notoriedad mundial.
Muchos personajes han sido
afectados por el mal. Entre otros,
los actores Michael J. Fox (1961-),
Vicky Lusson (1960-) y
Robin Williams (1951-2014),
la actriz Katharine Hepburn (1907-2003),
el boxeador Muhammad Alí (1942-)
y otras figuras históricas como
William Humboldt (1767-1835),
Francisco Franco (1892-1975),
Adolf Hitler (1889-1945),
Mao Zedong (1893-1976),
Pierre Trudeau (1919-2000), Janet Reno(1938-),
el ex Papa de la Iglesia Católica Juan Pablo II (1920-2005)
y el Cardenal Jean-Louis Tauran.
Hay varias escalas de alimentación
que se pueden utilizar como herramientas
para entender la progresión de la enfermedad.
Los escenarios de Parkinson
corresponden a la severidad de los
síntomas del movimiento y al grado
de debilitación en las actividades
diarias de una persona.
Las escalas de alimentación más de
uso general se centran en los síntomas
del motor. Las escalas de uso general son:
Hoehn y Yahr escalan que los
síntomas del tipo en una escala de 1 a 5.
En esta escala, dependiendo de las
dificultades de una persona, el
mediados de-escenario 1 y 2
represente el temprano-escenario, 2 y 3, y 4 y 5
el avanzado-escenario Parkinson.
La Escala de Alimentación
de la Enfermedad de Parkinson (UPDRS)
Unido es más completa que la escala
de Hoehn y de Yahr.
Tiene en cuenta dificultades,
capacidad de realizar actividades diarias,
comportamiento, humor, y complicaciones
cognoscitivos del tratamiento junto
con síntomas del movimiento.
Etiología
Las causas de la EP pueden
ser múltiples y todavía no
son conocidas del todo.
Factores genéticos,
el envejecimiento acelerado,
daño oxidativo o toxinas
ambientales podrían colaborar.
Aunque los estudios epidemiológicos
muestran que uno de los factores
de riesgo de mayor preponderancia
son los antecedentes familiares,
las teorías etiológicas tóxico-ambientales
han ido tomando cada vez
de las teorías genéticas.
Para algunos investigadores
existe una relación entre EP y algunos pesticidas