Cuando me amé de verdad. Autoestima se llama

Cuando me amé de verdad. Autoestima se llama

Cuando me amé de verdad. Autoestima se llama

Cuando me amé de verdad. Autoestima se llama

1- Cuando me amé de verdad,

comprendí que en cualquier circunstancia,

yo estaba en el lugar correcto y

en el momento preciso.

Y entonces, pude relajarme.

Hoy sé que eso tiene nombre… autoestima.

Cuando me amé de verdad,

pude percibir que mi angustia y

mi sufrimiento emocional, no son sino

señales de que voy contra mis propias verdades.

Hoy sé que eso es… autenticidad.

Cuando me amé de verdad,

dejé de desear que mi vida fuera diferente,

y comencé a ver que todo lo que acontece

contribuye a mi crecimiento.

Hoy sé que eso se llama… madurez.

Cuando me amé de verdad, comencé a

comprender por qué es ofensivo tratar

de forzar una situación o a una persona,

solo para alcanzar aquello que deseo,

aún sabiendo que no es el momento o

que la persona (tal vez yo mismo) no

está preparada. Hoy sé que el nombre de eso es…

respeto. Cuando me amé de verdad, comencé a

librarme de todo lo que no fuese saludable:

personas y situaciones, todo y cualquier

cosa que me empujara hacia abajo.

Al principio, mi razón llamó egoísmo

a esa actitud. Hoy sé que se llama… amor

hacia uno mismo. Cuando me amé de verdad,

dejé de preocuparme por no tener tiempo libre

y desistí de hacer grandes planes,

abandoné los mega-proyectos de futuro.

Hoy hago lo que encuentro correcto,

lo que me gusta, cuando quiero y a

mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es…

simplicidad. Cuando me amé de verdad,

desistí de querer tener siempre la razón y,

con eso, erré muchas menos veces.

Así descubrí la… humildad. Cuando me amé de verdad,

desistí de quedar reviviendo el pasado y de

preocuparme por el futuro. Ahora, me

mantengo en el presente, que es donde la

vida acontece. Hoy vivo un día a la vez.

Y eso se llama… plenitud.

Cuando me amé de verdad, comprendí que

mi mente puede atormentarme y decepcionarme.

Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón,

es una valiosa aliada. Y esto es… saber vivir!

No debemos tener miedo de cuestionarnos…

Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.

Si a estas reflexiones de Charles Chaplin,

le añadimos la recomendación de poner en

manos de Dios nuestras vidas y de encomendarnos

al Espíritu Santo para tomar las decisiones

adecuadas en nuestras acciones de cada día,

habremos aprendido a vivir mucho mejor.

Poemas

Silvita

Diseñadora, Casada, dedico mi sitio a preservar el Arte y la Cultura Infantil, A la memoria de mi sobrina Laura Ambrosio Battistel. Material uso escolar y docente

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