A mi madre poema
A mi madre poema Vicente Riva Palacio
¡Oh, cuan lejos están aquellos días
en que cantando alegre y placentera,
jugando con mi negra cabellera,
en tu blando regazo me dormías!
¡Con que grato embeleso recogías
la balbuciente frase pasajera
que, por ser de mis labios la primera
con maternal orgullo repetías!
Hoy que de la vejez en el quebranto,
mi barba se desata en blanco armiño,
y contemplo la vida sin encanto,
al recordar tu celestial cariño,
de mis cansados ojos brota el llanto,
porque, pensando en tí, me siento niño
Un golpe dí con temblorosa mano
sobre su tumba venerada y triste;
y nadie respondió … Llamé en vano
porque ¡la madre de mi amor no existe!
Volví a llamar, y del imperio frío
se alzó una voz que dijo: ¡Si existe!
Las madres, nunca mueren … Hijo mío
desde la tumba te vigilo triste …
¡Las madres, nunca mueren!
Si dejan la envoltura terrenal,
suben a Díos, en espiral de nubes…
¡La madre, es inmortal!
Autor del poema: Vicente Riva Palacio
“Quién mira afuera, sueña:
quién mira adentro, despierta.”
Carl Gustav Jung.
“Nunca es demasiado
tarde para ser lo que
podrías haber sido.”
George Eliot.
“Si no ves tu propio valor,
elegirás a personas que
tampoco lo ven.”
“Cómo te amas a ti mismo
es cómo enseñas a otros a amarte.”
La buena suerte se
produce cuando la
preparación se encuentra
con la oportunidad.
Detrás de los sueños
siempre hay esfuerzos
que la gente no ve.
Tu viaje será mucho
más fácil y ligero si
no cargas el pasado contigo.
La felicidad no es algo hecho.
Sé miserable, o date motivación.
La sabiduría viene de la experiencia.
No estar muerto no es estar vivo.
El punto de salida hacia todo logro es el deseo.
La felicidad ininterrumpida
aburre;
debe tener alternativas.
Lo que no te mata te hace más fuerte.
Que cuando mires atrás,
te llenes de gratitud y esperanza.
No dejes que el miedo
te impida ser feliz.
Tu sueño nunca se
desvanecerá si no le dejas
marchar.