Angelitos de Colores ilustraciones gratis para diseño

Le pedí a los angelitos,
que me dieran amiguitos,
de colores y
colores.
Conocí muchos negritos,
por el sol ya doraditos
y
radiantes de alegría.
Hay también japonesitos,
con sus ojos
rasgaditos
y sonrisa blanco día.
Me rodearon de indiecitos,
de
mestizos y blanquitos
y niñitas como flores.
Angelitos, angelitos,
gracias doy de mil amores,
por llenarme de amiguitos,
de colores y colores.
Paolo Luna



Píntame angelitos negros (poema)
¡Ah mundo! ¡ La negra Juana,
la mano que le pasó!
Se le murió su negrito,
si señor.
¡Ay, compadrito del alma!
¡Tan sano que estaba el negro!
Yo no le acataba el pliegue,
yo no le miraba el güeso;
como yo me enflaquecía,
lo medía con mi cuerpo,
se me iba poniendo flaco,
como yo me iba poniendo.
Se me murió mi negrito
Dios lo tendría dispuesto;
ya lo tendrá colocao
como angelito del cielo.
—Desengáñese comadre,
que no hay angelitos negros.
Pintor de santos de alcoba,
pintor sin tierra en el pecho,
que cuando pintas tus santos
no te acuerdas de tu pueblo,
que cuando pintas tus Vírgenes
pintas angelitos bellos
pero nunca te acordaste
de pintar un ángel negro…
Mi Casita de Angeles
Angelitos Ruth Morehead

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Tres Angelitos
Álbumes de Pinterest
Benditos sean los que tienden la mano para ayudar,
los que intentan comprender,
los que anhelan compartir.
Benditos sean lo que para dar su opinión
no necesitan subirse a ningún podio,
los que se hacen tiempo para escuchar
y los que saben que siempre hay algo por aprender.
Benditos sean aquellos que tratan de
pulir y de borrar sus mezquindades
y no simplemente de ocultarlas.
Benditos sean los buenos amigos
y el culto a la amistad.
Benditos sean los que llenan las noches de filosofía,
los que riegan los caminos hacia la utopía
con batallas épicas
y los que a cada historia de amor la cargan de locuras.
Benditos sean los que disfrutan del sol y de la luna,
del cielo abierto y de la noche cerrada,
de escalar la montaña y de zambullirse en el mar.
Benditos sean los que pueden eludir la
costra y ver la esencia,
los que pueden gozar de la poesía que
tiene este mundo maravilloso.
Benditos sean los que no abandonan
sus principios
ni sus raíces, pero que no se cierran
a los cambios
ni renuncian a intentar volar.
Benditos sean los que sueñan despiertos,
sobre todo si sueñan mejorar el
mundo que los rodea,
y benditos los que del sueño
saltan a la acción.
Benditos los que leen lo que
otros escriben,
los que escuchan atentamente
a quienes tienen necesidad de hablar
y los que pierden,
a conciencia, para que gane un
ser querido.
Benditos sean los que odian el egoísmo,
el dolor, y la apatía ante la injusticia.
Benditos sean los que creen que nunca se llega
al ideal pero luchan con pasión infatigable
por sus ideales.
Benditos sean los que entienden que el amanecer
en la playa, el pan recién horneado,
la música y las caricias son partes de una
fiesta que merecemos todos.
Benditos sean los que piden perdón,
los que dicen gracias y los que no se
olvidan de decir por favor.
Benditos sean los que aspiran que el
mundo tenga lugar suficiente
tanto para la hormiga laboriosa
como para la cigarra,
con su tan necesario arte.
Benditos sean los que quieren abolir las quejas,
los que quieren que asciendan mucho los de abajo
y desciendan un poco los de arriba,
benditos los que quieren que la muerte muera.
Benditos sean los que no subsisten sollozando,
mientras esperan el milagro,
sino que se proponen forjar algo milagroso.
Benditos sean los que se arriesgan
por las causas perdidas, por conquistar corazones
y por el bien de los amigos.
Benditos sean los que se arriesgan a mostrar sus sentimientos toda la vida.