Cada Año que pasa
©Victoria Lucía Aristizábal
Cada año que pasa crea un cerrojo
Reforzando la puerta del pasado,
Con una mezcla de lección que alojo
Insistente a dejarlo atesorado
Los recuerdos, aún vivos, permanecen
Bajo la piel oscura del ocaso,
Como aves en las ramas, se me ofrecen
Al erguirse con garbo en cada paso
La noche llega y me da su abrazo,
Y en torno mío se yergue un baluarte
Aislante de la angustia y el sollozo
Que son de amor inevitable parte.
Puedo decir que esta vida es intensa
Mucho el silencio en soledad de hierro,
Confiriendo a mi vida en recompensa
Dentro de mí desolador destierro.
Y en busca de la luz afloré un día,
Desconcertándome con su estallido,
Como si el alma alzara en rebeldía
Cuanto olvidó o mantuvo reprimido.
Y en la mirada aglomeré colores,
Y de mis labios descolgué cantares,
Y en el oído atesoré rumores,
Y el pie avanzó por rutas estelares.
Mas el alma me da su acento firme
Y aún el muro me da su aislamiento,
No pierdo la sobriedad ni el sentimiento
No tengo ya dudas, miedo o desaliento.
Ya solo se mirar firme hacia delante
Rasgándome la vida esta agonía,
O refugiarme en el bastión distante
De donde la ilusión me arrancó un día.
Autora : Dra. Victoria Lucía Aristizabal