Chacarera genero musical originado en la Argentina

Chacarera genero musical originado en la Argentina

Chacarera genero musical originado en la Argentina

 

Chacarera genero musical originado en la Argentina

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La chacarera es un género musical originado por en Argentina (y parte del folclore del país),

más precisamente en la Provincia de Santiago del Estero.

Ha llegado a extenderse por todo el país y una parte del sur y oriente de Bolivia (región del Chaco).

Se ejecuta tradicionalmente con guitarra, bombo y violín,

aunque en las últimas décadas del siglo XX se empezaron a

admitir formaciones instrumentales muy variadas.

Existen tanto chacareras cantadas ―

son tan tradicionales tanto las cantadas en español como en quichua santiagueño―,

como también solo instrumentales.


Es bailada por parejas que danzan libremente (pero en grupo) con rondas y vueltas.


Rítmicamente, se entendía que era una danza en compás de 6/8, aunque actualmente hay quienes

―como los músicos y educadores Adolfo Ábalos (1914−2008) e Hilda Herrera (1933− )―

sostienen que es una danza monorrítmica en 3/4, mientras que otros ―

como el músico y educador Juan Falú (1948− )―

sostienen que es una danza birrítmica, con la melodía en 6/8 y

la base instrumental en 3/4. folclóricas argentinas, como el gato, el palito, etc.

Origen


Su origen es muy difícil de determinar pues son pocos los documentos de referencia.

Sin embargo, y según la tradición oral se cree que nació en Santiago del Estero,

más precisamente en Salavina.

El hecho de existir en esta provincia chacareras con letrillas

en quichua santiagueño, resulta un factor no desestimable

a la hora de atender a esta teoría.

A su vez, esta danza tiene una clara influencia indígena y africana,

sobre todo en el toque del bombo legüero.


La mención más antigua que hay a la Chacarera

fue hallada por Isabel Aretz, en las «Memorias de Florencio Sal»,

publicadas en Tucumán (en abril de 1913).

En estas memorias, se dice que la chacarera se bailaba en Tucumán hacia 1850.


La chacarera se comenzó a bailar en el noroeste de la Argentina,

especialmente en la provincia de Santiago del Estero.

El nombre viene del vocablo «chacarero», (trabajador),

una ‘chacra’ (chakra: ‘maizal’, en quichua santiagueño),

porque generalmente se bailaba en el campo, aunque lentamente

hizo avance a las ciudades.


A mediados de siglo XX, con la gran afluencia de migrantes internos,

por la industrialización en la zonas fabriles, la chacarera llegó a Buenos Aires.


En los años sesenta, la chacarera aumentó su renombre,

con el resurgimiento general del folclore argentino,

en las voces de los Los Ckari huainas(1947) (Hombres jóvenes )

dirigidos por Oscar Segundo Carrizo representando

5 generaciones de músicos folcloristas en

Santiago del Estero y que aun continua, Los Chalchaleros (1948),

Los Fronterizos (1953), Los de Salta (1958), Los Cantores del Alba (1958),

Los Tucu Tucu (1959) , Hermanos Núñez (1965),

Mercedes Sosa (1965), Dúo Salteño]] (1967) y , la familia Carabajal (1970),

que representa muchas generaciones de músicos y cantantes de chacarera,

comenzando con Agustín Carabajal, Carlos Carabajal

(que comenzaron integrando el conjunto los kari huainas), y

después con Los Carabajal, de Peteco, de Roxana Carabajal, y de otros.


Esta danza, se toca y se baila en muchas provincias de la Argentina,

especialmente en Catamarca, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Jujuy y el norte cordobés.


La chacarera es argentina, aunque en los últimos 40 años

su práctica se instaló en el Chaco boliviano.

La aclaración en cuanto al origen y propiedad de la chacarera fue

contundente en la voz de la bailarina y coreógrafa boliviana Amanda Zelaya.


Zelaya habló sobre la danza chaqueña, su identidad, lo popular y

la proyección artística. Dijo que en toda su labor de investigación

no encontró una música boliviana parecida a la chacarera por

lo que esta forma musical no es parte del patrimonio boliviano, sino es un baile adquirido.


Fue posiblemente la migración de bolivianos a trabajar en la zafra

argentina la que ayudó a aprenderla en las chacras

(origen de chacarera) del norte argentino y

luego a difundirla en territorio boliviano.


La influencia es notoria. La chacarera subsiste como el

baile de la juventud. Se trata de

“préstamos culturales en términos antropológicos”,

señaló Amanda Zelaya. El Congreso se reiterará periódicamente

con el fin de que los bailarines aprendan y “sepan lo que danzan”,

acotó la especialista.


En Bolivia hay grandes interpretes y compositores de chacareras

como Yalo Cuellar, Esther Marisol, El Negro Palma, Juan Enrique Jurado,

Los Canarios del Chaco, Huáscar Aparicio, Dalmiro Cuellar, entre otros.

Aquí, la chacarera se toca y se baila en algunos Departamentos de Bolivia,

especialmente en el Chaco Tarijeño y también en el Chaco Cruceño y

en el Chaco Chuquisaqueño, aunque la chacarera ha llegado a extenderse a

lugares alejados del chaco, como en la ciudad de Tarija.


Si bien las variantes departamentales (Bolivia) y provinciales (Argentina)

de la chacarera respetan la estructura musical de esta danza.


Coreografía de la Chacarera


Es una danza rápida de triple metro por parejas, bailada en grupos.

La descripción habitual de los distintos pasos suele ser la siguiente:


Introducción (en la que los bailarines suelen hacer palmas,

después de realizar una serie de pasos libres, que simbolizan,

como en todas las danzas folclóricas argentinas, el inicio del cortejo).

Al comienzo de la introducción, uno de los músicos avisa mediante el

primer grito, que suele ser: «¡Se va la primera!» (o simplemente «¡primera!»)

o alguna otra variante. Hay que señalar que, por el carácter bilingüe de la chacarera,

cualquiera de los gritos o la letra en sí misma puede ser en castellano,

en quechua, o alternarse. Una vez acabada la introducción musical,

aparece el segundo grito: «¡Adentro!» (el cual inicia los movimientos y el canto).


Pasos


Avance y retroceso: la pareja da dos pasos hacia adelante y dos hacia atrás,

haciendo castañetas con ambas manos, con los brazos

casi totalmente extendidos sobre las cabezas.

Este primer movimientos dura 4 compases.


Giro:

La pareja da dos pasos hacia adelante, llegando

prácticamente hasta el centro, y vuelve cada integrante

a su lugar con otros dos pasos. Este movimiento dura 4 compases,

y dura, junto al «avance y retroceso», todo el canto de la primera copla.


Vuelta entera:

La pareja da dos o tres pasos hacia adelante ―

dependiendo que esta parte dure 6 u 8 compases―,

dejando el centro libre, y vuelve cada uno a su sitio,

también dejando el centro libre y sin darse nunca la espalda.

Ocupa el interludio instrumental en el que no se suele cantar.

Dura de 6 a 8 compases.


Zapateo y zarandeo:

En esta parte, cada integrante de la pareja realiza una coreografía diferente.

El varón zapatea, mientras la mujer realiza el zarandeo,

un movimiento en el que, sosteniendo su falda con ambas

manos de tal manera que parezca un abanico invertido,

realiza uno o dos pequeños giros sin darle la espalda al varón.

Dura 8 compases, todo el canto de la segunda copla.


Vuelta entera: Igual a la primera.


Zapateo y zarandeo: Igual al primero.


¡Áhura!: comienza con el grito de «¡Áhura!» (sic por ‘ahora’).

La pareja da primero una media vuelta hacia adelante de cuatro compases.

Después realiza el «giro y coronación», que ocupa los últimos 4 compases de la «primera».

La pareja da un giro de tal forma que ambos quedan en el centro,

y el varón «corona» simbólicamente a la mujer, acabando con sus manos

sobre la cabeza de ella. Es la última parte cantanda de la «primera».

Después, la pareja aprovecha la pausa y el comienzo de la

introducción de la «segunda» ―que es avisada de manera análoga a la «primera»,

esto es, mediante un grito de uno de los músicos―,

para retroceder hasta una distancia análoga a la del comienzo de la danza.


Hay que señalar que al finalizar la «primera»

cada bailarín queda ocupando el espacio que originalmente ocupaba

su pareja, para volver a su sitio al finalizar la «segunda».

Luego se repite lo mismo.


Pasos de la chacarera


El paso básico de la chacarera, similar al de muchas

danzas folclóricas argentinas, consta de tres movimientos:


movimiento: El pie izquierdo da un paso hacia adelante.


movimiento: El pie derecho se adelanta hasta apoyar su

punta junto al pie izquierdo.

El peso del cuerpo pasa a sostenerse por el pie derecho.


movimiento:

El pie izquierdo vuelve a dar un paso

hacia adelante, algo más pequeño que el primero,

y pasa a sostener el peso del cuerpo, para poder

repetir toda esta serie comenzando ahora con el pie

derecho, ya que independientemente de la cantidad

de pasos que requiera cada figura, siempre se realizan

alternando pasos con ambos pies.


Estructura musical de la chacarera


Tradicionalmente se distinguen dos tipos de chacareras,

«simple» (normal o trunca) o «doble» (normal o trunca).

Son diferentes en duración y en algunas particularidades

rítmicas (como es el caso de la trunca) pero poseen la misma estructura.


La estructura de la chacarera, por lo menos en estas versiones

más tradicionales, suele seguir el siguiente esquema, que se

repite tanto en la «primera», como en la «segunda»,

que son las dos partes formalmente idénticas en que se

compone la chacarera y muchas danzas folclóricas argentinas,

a excepción del bailecito, algunas cuecas, carnavalitos y huaynos, etcétera.


Parte A: intro/estrofa/interludio/estrofa/interludio/estrofa/estribillo.


Parte B: intro/estrofa/interludio/estrofa/interludio/estrofa/estribillo.


Tanto la parte A como la parte B pueden estar precedidas de

una sección preludiante, muchas veces de ritmo más lento que el resto de la pieza.


Intro: instrumental casi siempre, esta parte precede al canto.


Estrofa: suele ser la parte en la que se canta la letra de la chacarera.


Interludio: del mismo carácter melódico que la intro esta

parte suele ser ejecutada instrumentalmente.


Estribillo: generalmente esta sección es el punto álgido de las partes


Puede haber una coda final.


Variaciones de la forma de la chacarera


La chacarera, al igual que el resto de formas folclóricas argentinas,

han sido interpretadas y compuestas tanto por músicos de formación

académica como de formación popular.

 

Silvita

Diseñadora, Casada, dedico mi sitio a preservar el Arte y la Cultura Infantil, A la memoria de mi sobrina Laura Ambrosio Battistel. Material uso escolar y docente

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