Corazones Benditos de un alma
Corazones Benditos
©Victoria Lucía Aristizábal
Bendito el corazón edificante
Sin rencores, ni enconos, el profundo
Ese corazón que es firme, tolerante
Que no restringe su pequeño mundo
Bendito el tímido, de plácido sosiego
Que rinde su virtud en actitud activa
… se yergue ante el dolor y el riego
Que no amordaza a la razón cautiva
Bendito el que vive en la firmeza
Fortaleciéndose desde la raíz que dota
De un alma que tiene en su grandeza
La virtud que transforma la derrota
Bendito el de luz que brilla en su alma
Avanzando en la tiniebla fría y densa
Desafiando al dolor con tacto y calma
Con Dios en su corazón como defensa
Bendito el que jamás se ha derrotado
Ante el enemigo que tiene acá en la tierra
Mirando a Jesús que en el amor ha dado
El poder del valor que nunca es guerra
Bendito el que perdona y en balanza
Ignora la soledad y la indiferencia
Pues salvaguardará el alma en alianza
Con la vida en paz y no en violencia
Permite que se diluya en tu memoria
Las frías sombras de la oscuridad
Y tu historia fluya con Dios en la gloria
Sintiendo Su amor en esta Navidad
No hay entrega más absoluta y pura
Que quién extiende su más vivo dolor
Pues la aflicción jamás es desventura
Cuando ponemos en Dios todo el amor.
Autora : Dra. Victoria Lucía Aristizabal
Hay países que yo recuerdo
como recuerdo mis infancias.
Son países de mar o río,
de pastales, de vegas y aguas.
Aldea mía sobre el Ródano,
rendida en río y en cigarras;
Antilla en palmas verdi-negras
que a medio mar está y me llama;
¡roca lígure de Portofino,
mar italiana, mar italiana!
Me han traído a país sin río,
tierras-Agar, tierras sin agua;
Saras blancas y Saras rojas,
donde pecaron otras razas,
de pecado rojo de atridas
que cuentan gredas tajeadas;
que no nacieron como un niño
con unas carnazones grasas,
cuando las oigo, sin un silbo,
cuando las cruzo, sin mirada….