Carta a Mi Padre en el Cielo
Argentino Luna
Argentino Luna
CARTA A MI PADRE EN EL CIELO Argentino Luna Padre, vengo del camino, hice un alto en tu morada traigo la frente cansada, quiero descansar un rato la vida no da buen trato, si ya está la suerte echada. Aquel orgullo argentino que me enseñaste a sentir hoy tanto me hace sufrir, porque no puedo entender porque nos cuesta aprender, en esta tierra a vivir. Padre, te quiero contar, que allá por la gran ciudad la mentira y la verdad duermen bajo el mismo techo nada vale ser derecho ni vivir con dignidad. Hombres que en su largo hablar metan la soberanía, a la patria noche y día venden al mejor postor y llenan el tirador con su charlatanería. Padre, yo sé que no es nuevo lo que te vengo a contar siempre le tocó bailar al gaucho con la más fea pero aunque usted no lo crea, algo tendrá que cambiar. Usted que arando la tierra, fue capitán de la espiga dijo a la semilla, amiga la tierra no tiene dueños y abrió surcos... y gastó sueños, volteando cardos y ortigas A este granero del mundo, le llevan todos los granos pero en ese pasamanos, siempre salimos perdiendo ellos se quedan comiendo, nosotros nada en las manos Padre mío, se habla tanto... todos tienen un banquito se mandan el discursito, pero nadie quiere arar, en cuestión de trabajar, se acabaron los gallitos. Por uno que vive arando y gastó su esfuerzo diario hay filas de intermediarios, zánganos que sin pudor se quedan con lo mejor y trabajan sin horario. Yo creía padre mío, que a Martín Fierro y su historia guardaría en mi memoria cual recuerdo solamente... pero Fierro está vigente, sólo Hernández está en la gloria. No hay mal que dure 100 años, ni tiento que no se corte y no hay pueblo que soporte el engaño eternamente vendrá un malón de decentes a mandar de sur a norte. Yo que nací campesino, con poca escuela rural, aprendí del bien y el mal la perfecta diferencia, del silencioso su ciencia y del bocón su inmoral. Me cuesta padre usted sabe, aguantar tanta indecencia porque mi gaucha conciencia no entiende porque razón, los hijos del pago son "hijos de la indiferencia". |