Educando en Valores el honor de ser humano
Educando en Valores el honor de ser humano
El Honor de Ser Humano
©Victoria Lucía Aristizábal

No hay juventud, vejez o edad madura.
Para quién amanece cada día.
Consciente de lo que es y lo que anhela.
Sabiendo que la vida se apresura.
La felicidad es siempre generosa.
Y otorga con prodigalidad favores.
A quién quiere y de forma respetuosa.
Crecer en alma, mente y en valores.
Hay una juventud que es formidable.
Que llega con la edad en territorio.
En uno donde soy, no negociable.
Más íntimo, más fértil, meritorio.
Somos seres humanos diferentes.
Aunque muchos parezcamos tan iguales.
Son los mapas tan distintos y potentes.
Que amar las diferencias es la clave.
Cada día es noticia, es aventura.
Imprevisible a veces, sorprendente.
Felicidad, asombro y aventura.
Para quién vive de forma trascendente.
Hay que ponerse de frente a la vida.
Que nuestra actividad nunca se altera.
Cuando puede fabricarse a la medida.
Con fuerte decisión y a tu manera.
Nacer, morir, no es decisión, tributo.
Que por fuerza mayor se nos ha impuesto.
Lo importante es vivir cada minuto.
Sabiendo que no hay otro repuesto.
Saber quién soy o quién seré y eres.
Con puntos fuertes y debilidades.
Se superarán dolores si prefieres.
Llenar tu interior de posibilidades.
Que importante quién traza su carrera.
Sabiendo a dónde va y lo que quiere.
Teniendo el mando su timón, digiere
El futuro que próspero le espera.
Y si mantiene el amor en su regazo.
Con sed de eternidad y sin querella.
La consistencia será un fuerte lazo.
Promesa y pacto que su alma sella.
Autora : Dra. Victoria Lucía Aristizabal
Me pregunta la amistad sobre el amor
Y le respondo: mírale como un banquete
Que nutre al corazón recóndito en su valor
Encendiendo la llama siempre ardiente
Búscalo más, en la mirada, en la acción
En la ternura del sí mismo con su encanto
Que la amistad y el amor son cada lección
Que aprendemos, en los -mientras tanto-
Son islas de cielo, jardines de margaritas
O los vinos que catas en el culto agrado
Amigos son néctares espirituales, sibaritas
-Soplos de Dios- que pone a nuestro lado
En la orfandad de la vida, son el regalo
Que depone el llanto a cambio de la risa
Derretidores de hielo, son ángeles con halo
Se entregan con prodigalidad, sin prisa
Pueden pasar años y se hace más fuerte
Como hilos invisibles que antaño nos fijara
El alma en la amistad que es nuestra suerte
Al saber que se forjó, en quién la valorara
Tienen más que humano, el título divino
Son colgantes jardines y hondos mares
Amistades sabias que fecundas con tino
Como artesanos con destrezas peculiares
En nuestro concierto, son la lírica armonía
Que nos embelesa cuando ella nos canta
La hermosa verdad de quién en sabiduría
Se llega a convertir en «la relación santa»
Al contemplar en las celebraciones el alma
¡Cómo sentimos fuerte lo que constituyen!
El espíritu del -amor y la amistad- llama
A la intensidad del sentir donde confluyen.
Autora : Dra. Victoria Lucía Aristizabal