La Margarita todas las mañana y mucho amor

La Margarita todas las mañana y mucho amor

La Margarita

canción infantil
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La Margarita todas las mañana y mucho amor

la margarita

todas las mañanas
con agua fresquita

se lava la cara
después se acomoda

su vestido blanco
se mira en el charco

y se va por el campo.

la margarita

cuando tiene frío
se pone bufanda

y medias de abrigo
se sienta en el campo

donde se calienta
y vuelve a su casa

silbando contenta.

la margarita

cuando está contenta
regala a los niños

pastillas de menta
les cuenta secretos

y cuentos de colores
y les dice el lugar

donde se bañan las flores

me quiere mucho,

poquito, nada. (5)
¡no la deshojes!.

 

Practicar la jardinería es apto para todas las edades y

además de divertido es una forma amena de inculcarles

el amor por la naturaleza y

los ciclos de la siembra y la recolecta.

 

Cuidando sus propias plantas los niños

aprenden sobre los nombres de las

diferentes especies, tipos y ciclos de la naturaleza.

 

Se trata de un ocio saludable y además muy económico

ya que se puede comenzar con una simple maceta,

semillas que solo necesitan agua y un poco de abono.

 

Si se tiene un jardín se puede dejar que los niños

ayuden en todas las tareas, desde las más divertidas

como regar, hasta las más “pesadas”

como recoger las hojas secas o arrancar malas hierbas.

 

A partir de los tres años pueden ayudar a sus padres,

pero luego pueden ocuparse ellos solos.

Hay que dejarles elegir que flores prefieren plantar,

incluso son capaces de cultivar un pequeño huerto

y llegar a comerse el fruto de su propio trabajo.

 

En caso de no tener un jardín propio,

unas jardineras en la terraza o cultivar

plantas de interior en una maceta es

otra alternativa que aporta los

mismos beneficios y diversiones.

 

Para hacerlo más atractivo para los pequeños

se pueden seleccionar plantas de gran colorido,

principalmente en rojos y

amarillos y las de rápido crecimiento.

 

Si no se quiere plantar la semilla y

esperar que crezca, se pueden comprar plantas

en pequeñas macetas y luego trasplantarlas.

 

Mejor si tienen flor, ya que los niños podrán

seguir todo el proceso, desde que

salen los primeros y pequeños capullos,

hasta que la flor se abre y luego se seca.

 

Además, plantar guisantes o alubias es

también divertido, ya que

obtienen resultados rápidos.

 

También se puede probar con girasoles y calabazas,

ya que su simiente es muy grande y

fácil de manejar y además la planta

se hace muy grande y muy vistosa

lo que gusta a los niños.

 

Al principio los pequeños necesitarán ayuda y

 alguien que les enseñe y guie en los

conocimientos básicos, luego poco a poco

se les puede ocuparse solos de sus plantas.

 

Lo divertido es que niños y adultos compartan

juntos esta afición y disfrutar de esos momentos en

familia cada uno trabajando con sus plantas

pero comentando.

 

Asimismo, es importante es que el niño tenga

sus propias responsabilidades y

haga el mayor número de tareas solo.

 

Asimismo, se puede añadir componentes didácticos y

comprarle un cuaderno donde anote el tipo de semillas,

la fecha en la que se plantó y los cambios que va experimentando.

 

También puede pegar algunas hojas y luego la flor.

Además del momento de sembrar o trasplantar,

es bueno que los niños comprueben de primera

mano como las plantas cambian y crecen.

 

También puedes hacer experimentos con las plantas

que ayudarán a los niños a conocer

mejor el mundo de la naturaleza.

 

Por ejemplo se pueden coger

dos esquejes de cualquier planta,

poner uno en un vaso con agua y

otro en uno sin agua y decir a los pequeños

que hagan un seguimiento y

observen los cambios entre uno y

otro y comprueben cuanto puede

sobrevivir una planta sin agua.

 

Otro “experimento” sirve para comprobar

lo necesaria que es la luz del sol para las plantas.

Para ello basta con cortar pequeños trozos de papel y

sujetarlos sobre una hoja grande de una planta.

 

Dejar uno de los papeles un día,

otro dos y un tercero durante una semana.

Al cabo de siete días se podrá ver la diferencia

de coloración de la hoja en cada zona y

después comprobar cuanto tiempo

tarda en recuperar su color normal.

 

La jardinería sirve para todas las edades,

ya que estimula sus sentidos y

les hace sentirse útiles.

 

A partir de los dos años los niños

pueden ya ayudar a regar las plantas.

Además pueden quitar malas hierbas.

 

Entre los 4 y los 5 se les puede

enseñar a sembrar semillas.

A los seis ya pueden tener su

propio jardín o macetas.

 

No te olvides…

 

-Herramientas. Algunas herramientas de los adultos

pueden resultar peligrosas.

Se puede comprar herramientas

adecuadas para niños.

Además, tener su propio material le hará implicarse más.

 

-Que se manchen. Déjale que se ensucien con la tierra y

se moje con el agua.

La naturaleza es un regalo para los sentidos y

hay que disfrutar tanto del color de las flores

como con el tacto de la tierra.

 

Cuéntales a tus hijos…

 

-Además de agua, las plantas necesitan

las sales minerales que hay en la tierra.

 

-Las raíces sirven para absorber el

agua de la tierra y hacerla llegar al resto de la planta.

 

-La fotosíntesis es un proceso que realizan todas

las plantas que consiste en convertir dióxido de carbono

que cogen del aire y el agua, en alimento.

 

Para ello necesitan la luz del sol y la clorofila

(la sustancia verde de las plantas)

 

-Los insectos se encargan llevar el polen de una flor a otra,

donde germina y hace posible

la producción de semillas y frutos.

Este proceso se llama polinización

 

-Los animales del jardín y la tierra

son muy útiles para las plantas.

Así, las lombrices mullen la tierra y la hacen fértil, y

 las larvas de crisopas y mariquitas se

alimentan de grandes cantidades de pulgón verde

Silvita

Diseñadora, Casada, dedico mi sitio a preservar el Arte y la Cultura Infantil, A la memoria de mi sobrina Laura Ambrosio Battistel. Material uso escolar y docente

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