Bella entre los pinos,
tu pelo brilla como una
estrella;
tus ojos, dos lunas
café entre mis penas.
Bella; mujer-niña buena,
te extraño como se anhela
lo puro, como se busca
lo blanco, como se quiere
lo bueno.
Bella de mirar sereno,
alegre cascabel de mi alma
triste.
Te quiero como se quiere
cuando sólo el amor es
quien manda.
Te sueño, bella, a cada
momento; te veo llegar
cansada, bella.
Y traes en tus blancas manos,
la rosa, el alma y la estrella.