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QUERIDA NIÑA
Es verdad que no puedo
verte, ni tocarte, ni besarte.
Pero soy caprichosa, desobediente,
primaria.
Y te toco, te veo, te escucho.
Hablo contigo.
Estás aquí, a mi lado.
Fuerte y vencedora.
Como siempre.
Y no podrán los agoreros
del fracaso, los propietarios
del mal, impedir que seas
un ángel; ya no pueden.
Has triunfado.
Estás por encima de toda
miseria.
Eres reina, pequeña
y yo tu esclava.
Te ama mami
Cristy Battistel Roggio
Córdoba 15 de Septiembre 2007
Poesías para Laura
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