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PRINCESA
Te nombré princesa
cuando descubrí el
brillo, trigal, dulzor,
de tus ojos.
Te nombré princesa
cuando el sol languideció
al verte, y la luna celosa
se escondió tras los pinos.
Yo te nombré princesa
cuando al viento tus cabellos
opacaban al lucero
que orgulloso te admiraba.
Sos la princesa primera
que de mi vientre salió
para enseñarnos un poco
de toda su verdad.
Por eso, por ser princesa
yo te canto esta endecha
que brota del dolor, del
amargo sinsabor de sentir
que te has ido antes de
tiempo.
La mies aún no está madura
y deberemos esperar, más
tú partiste sin demoras y
lo que hubo de ser dicha
sólo es hiel saboreada
como un licor de desdicha
como un veneno macabro.
Princesa de mis dolores,
ven para la cosecha,
que a tí te corresponde la
mejor parte de la siega.
Princesa no me abandones,
tanto quedó sin decirse,
princesa regresa pronto,
todo está en su sitio,
menos tú, que ya eres Reina.
MAMA
CRISTY BATTISTEL ROGGIO
Poesías para Laura
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