i infancia son recuerdos de un patio de Sevilla
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierra de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Y mirarán absortos el claror de tus huellas,
y clamará la jerga de aquel montón humano:
«Es un ladrón de estrellas…» Y tu pródiga mano
seguirá por la vida desparramando estrellas. . . .