Plegaria para un niño dormido quizá tenga amor
Plegaria para un niño dormido
interpreta Almendra material para ser usado en la escuela
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.
Plegaria para un niño dormido
Plegaria para un niño dormido
quizás tenga flores en su ombligo
y además en sus dedos que se vuelven pan
barcos de papel sin alta-mar.
Plegaria para el sueño del niño
donde el mundo es un chocolatín.
Adonde vas
mil niños dormidos que no están
entre bicicletas de cristal.
Se ríe el niño dormido
quizás se sienta gorrión esta vez
jugueteando inquieto en los jardines de un lugar
que jamás despierto encontrará.
Que nadie, nadie, despierte al niño
déjenlo que siga soñando felicidad
destruyendo trapos de lustrar
alejándose de la maldad.
Se ríe el niño dormido
quizás se sienta gorrión esta vez
jugueteando inquieto en los jardines de un lugar
que jamás despierto encontrará.
Plegaria para un niño dormido
quizás tenga flores en su ombligo
y además en sus dedos que se vuelven pan
barcos de papel sin altamar.
Almendra
Edelmiro Molinari: guitarra y coros
Emilio Del Guercio: bajo y coros
Luis Alberto Spinetta: guitarra y voz
Rodolfo García: batería
Los cuatro integrantes de la
banda eran compañeros
del Instituto San Román.
De la unión de las bandas
Los Sbirros y Los Larkings
(formadas por compañeros de distintas divisiones)
nació Almendra allá por 1967.
Este grupo es considerado miembro
de una trilogía inicial del rock argentino,
junto a Los Gatos y a Manal.
El primer simple, «Tema de Pototo» /
«El mundo entre las manos»,
fue lanzado en septiembre de 1968
y la repercusión inmediata
provino del estilo refinado,
los arreglos vocales poco comunes y
la poesía lírica de las letras, que
contrastaban con los
estribillos del beat de moda.
Los primeros shows fueron
en Rosario y Córdoba, acompañando a Johnny Tedesco.
«Nos mandaban a tocar a clubes donde
la gente quería ver a Los Iracundos o
a Jolly Land y nosotros íbamos
vestidos con camisetas,
cuando los otros tipos iban
con trajecitos de lamé y corbatita. (…)
Para nosotros era como una cruzada
abriendo orejas»,
relata Del Guercio (E.Abalos, pag 100).
En 1969 llegó la consagración,
con innumerables presentaciones en vivo,
entre las cuales sobresalen la temporada
veraniega en Mar del Plata,
el Festival de la Canción de Lima,
Perú, y el Festival Pinap, organizado
por la revista homónima.
Todo este éxito los catapultó a
grabar el primer LP («Almendra», 1969)
y, casi inmediatamente, el segundo disco,
de doble duración, en 1970.
Esta repercusión repentina los condujo
a interminables giras y shows, que
desgastaron la relación entre los músicos.
A fines de 1970, Almendra se disolvía.
Una de sus últimas presentaciones fue en el
B.A.Rock de ese año, ante 10.000 personas
. «La vida de Almendra fue corta
pero muy intensa-comenta Del Guercio-.
Igual fue un corte medio abrupto
para la gente, porque cuando
nos separamos se estaba generando
cada vez más adhesión hacia nosotros»
(E.Abalos, pág 102).
En diciembre de 1979
se produjo el reencuentro.
A instancias del productor Alberto Ohanián
se organizaron tres presentaciones
en el estadio Obras (en las cuales se
registró el primer disco en vivo en el
Templo del Rock y además se filmó
para una película que nunca llegó
a compaginarse) y una gira nacional
que abarcó las grandes ciudades del interior.
La prensa especializada calificó
despectivamente al regreso de
Almendra como «comercial».
Almendra tuvo un segundo regreso
hacia fines de 1980, cuando grabaron
«El valle interior» y lo presentaron en Obras los días
7 y 8 de diciembre como prólogo a una gira nacional.
La última presentación fue en el
Festival de La Falda,