Proclama del Día de las Madres levántense mujeres

Proclama del Día de las Madres levántense mujeres

Proclama del Día de las Madres

El Día de la Madre o Día de las Madres es una festividad que se celebra en honor de las madres.

Proclama del Día de las Madres levántense mujeres

Se celebra en diferentes

fechas del año según el país.

El moderno Día de la Madre

fue creado por Julia Ward Howe,

en 1870, originalmente como

un día de madres por la paz,

que luego se convirtió en un

día para que cada familia

honrase a su madre.

Actualmente ha sido aceptada

esta celebración en muchos

lugares del mundo.

¡Levántense, mujeres de hoy!

¡Levántense todas las

que tienen corazones,

sin importar que su bautismo

haya sido de agua o lágrimas!

Digan con firmeza:

‘No permitiremos que los asuntos

sean decididos por agencias irrelevantes.

Nuestros maridos no regresarán

a nosotras en busca de caricias

y aplausos, apestando a matanzas.

No se llevarán a nuestros hijos

para que desaprendan todo lo que

hemos podido enseñarles acerca

de la caridad, la compasión y la paciencia’.

Nosotras, mujeres de un país,

tendremos demasiada compasión

hacia aquellas de otro país, como

para permitir que nuestros hijos

sean entrenados para herir a los suyos.

Desde el seno de una tierra devastada,

una voz se alza con la nuestra y dice

‘¡Desarma! ¡Desarma!’

La espada del asesinato no es

 balanza de la justicia.

La sangre no limpia el deshonor,

ni la violencia es señal de posesión.

En nombre de la maternidad y la

humanidad, les pido solemnemente

que sea designado un congreso

general de mujeres,

sin importar nacionalidad, y

que se lleve a cabo en algún

lugar que resulte conveniente, a

la brevedad posible, para promover

la alianza de diferentes nacionalidades,

el arreglo amistoso de

cuestiones internacionales.
Julia Ward Howe,

Proclama del día de las Madres

©Cristy Battistel Roggio

Compañera perpetua de nuestros

vuelos temerarios;

Ángel guardián de nuestros

temores más ocultos.

Enfermera santa de nuestros

dolores ancestrales.

Tú que das todo por nada,

eres la sagrada piedra fundamental

de nuestra vida.

Tu inmarcesible amor

fue capaz de proezas impensadas.

Tu alma pura se desarma

en pedazos si sufrimos.

Estás hecha de todas las flores

y todos los cantos.

Luz de los caminos más oscuros;

vigilante eterna de nuestros movimientos.

MADRE: divino espejo en el que

queremos mirarnos.

Silvita

Diseñadora, Casada, dedico mi sitio a preservar el Arte y la Cultura Infantil, A la memoria de mi sobrina Laura Ambrosio Battistel. Material uso escolar y docente

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