Se despertó una mañana
Se despertó una mañana, poema, Rafael Alberti
poesía
Se despertó una mañana.
Soy la yerba,
llena de agua.
Me llamo yerba. Si crezco,
puedo llamarme cabello.
Me llamo yerba. Si salto,
puedo ser rumor de árbol.
Si grito, puedo ser pájaro.
Si vuelo…
(Hubo temblores de yerba
aquella noche en el cielo).
La paloma
Se equivocó la paloma,
se equivocaba.
Por ir al norte fue al sur,
creyó que el trigo era el agua.
y Creyó que el mar era el cielo
que la noche la mañana.
y Que las estrellas rocío,
que la calor la nevada.
y Que tu falda era tu blusa,
que tu corazón su casa.
(Ella se durmió en la orilla,
tú en la cumbre de una rama.)
Vaivén
Por la tarde, ya al subir;
por la noche, ya al bajar;
yo quiero pisar la nieve
azul del jacarandá.
¿ Es azul, tarde delante?
¿Es lila, noche detrás?
Yo quiero pisar la nieve
azul del jacarandá.
Si el pájaro serio canta
que es azul su azulear;
yo quiero pisar la nieve
azul del jacarandá.
Si el mirlo liliburlero,
que es lila su lilear;
yo quiero pisar la nieve
azul del jacarandá.
Ya nieve azul a la ida,
nieve lila al retornar;
yo quiero pisar la nieve
azul del jacarandá.
Rafael Alberti nació en una familia de origen italiano.
Ambos de sus abuelos eran originarios de Italia e irlandés.
Ya que también una de sus abuelas provenía de Irlanda)
que se dedicaba al negocio del vino en Cádiz.
Cursó la primera enseñanza con las Carmelitas.
Después ingresó en el colegio de jesuitas
San Luis Gonzaga del Puerto.
La disciplina del colegio chocaba con el carácter
del joven, que empezó a obtener malos
resultados académicos.
Siendo expulsado en 1916 por mala conducta.
No superó el cuarto año de bachillerato.
En 1917 se traslada a Madrid con su familia.
Rafael decide seguir su vocación de pintor
demostrando gran capacidad estética
para captar el vanguardismo de la época.
Consigue exponer en el Salón de Otoño y
en Ateneo de Madrid.En 1920 muere su padre.
Ante el cuerpo yaciente de su progenitor.
Rafael escribe sus primeros versos.
Nace el Alberti poeta.
Una afección pulmonar le obliga a desplazarse a
la localidad segoviana de San Rafael,
en la Sierra de Guadarrama.
En el retiro comienza a trabajar los versos
que luego formarían Marinero en tierra.
Restablecido, regresa a Madrid donde empieza a
frecuentar la Residencia de Estudiantes y
se rodea de otros poetas.
Conoce a Federico García Lorca, Pedro Salinas.
Jorge Guillén, Vicente Aleixandre, Gerardo Diego
y otros jóvenes autores que van a constituir
el más brillante grupo poético del siglo XX.
En 1925 recibe el Premio Nacional de Poesía
por Marinero en tierra convirtiéndose en una
figura preeminente de la lírica española.
En 1927, con ocasión del tricentenario
de la muerte de Luis de Góngora.
Aquel grupo de poetas decide rendir
un homenaje en el Ateneo de Sevilla al
maestro del barroco español.
Ese acto supuso la consolidación de la
llamada Generación del 27, protagonista de
la edad de plata de la poesía española.
En los años siguientes, Alberti sufre una
crisis existencial debida a su delicada
salud, sus penurias económicas
y la pérdida de la fe.
La evolución de su conflicto interior
se manifiesta en su poesía de estos años.
Sobre los ángeles toca un fondo de
desolación que sólo superará mediante el compromiso político.
Durante la dictadura del general
Primo de Rivera participa en revueltas estudiantiles.
Apoya el advenimiento de la Segunda
República Española y se afilia al Partido Comunista.
Para él, la poesía se convierte en un arma
necesaria para sacudir conciencias, una forma de
cambiar el mundo.En 1928 se encontraba
viendo la final de la Copa del Rey de Fútbol
entre el FC Barcelona y la Real Sociedad.
Donde destacó el portero culé Franz Platko.
El poeta le dedicó un poema por su espléndido partido.
En 1930 conoce a María Teresa León, con la
que fundaría en 1933 la revista
revolucionaria «Octubre».
Viaja a la Unión Soviética donde asiste a una
reunión de escritores antifascistas.
En 1936 estalla la Guerra Civil.
Durante este periodo Alberti fue miembro
de la pro soviética Alianza de Intelectuales
Antifascistas junto con otros autores
como María Zambrano.
Ramón Gómez de la Serna, Miguel Hernández,
José Bergamín, Rosa Chacel, Luis Buñuel, Luis Cernuda.
Pedro Garfias, Juan Chabás, y
Manuel Altolaguirre entre otros.