El Lunes Santo es el segundo de los días de la Semana Santa, cuyo comienzo
tiene lugar el Domingo de Ramos, y durante la cual los cristianos conmemoran
la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. Así se pone de
manifiesto en la liturgia de las distintas ceremonias que tienen lugar en
Semana Santa en las distintas confesiones cristianas.
Además de los actos celebrados en los templos, diversas manifestaciones
populares tienen lugar durante la Semana Santa en todo el mundo, destacando
las procesiones que se organizan en muchos pueblos y ciudades.
La lectura corresponde al Evangelio de San Juan:
Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a
quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena;
Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa. María
tomó una fibra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús
los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la
fragancia del perfume. Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba
a entregar, dice:
-«¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para
dárselos a los pobres?»
Esto lo dijo, no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón;
y como tenía la bolsa llevaba lo que iban echando. Jesús dijo:
-«Déjala; lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres
los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis.»
Una muchedumbre de judíos se enteró de que estaba allí y fueron, no sólo por
Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los
muertos. Los sumos sacerdotes decidieron matar también a Lázaro, porque
muchos judíos, por su causa, se les iban y creían en Jesús.
Juan 12, 1-11
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