Solo en Ti me contemplo que hermosa majestad
Solo en Ti me contemplo que hermosa majestad
©Victoria Lucía Aristizábal
Que hermosa majestad que me rodea
Humildemente descargo grato peso
Pues mi corazón tomó por vez primera
La mezcla gozosa de tus actos
Y allanando el destino, dio a mis ojos
Una luz que me sirve de consuelo…
¡Encuentro feliz! Cual bienhechor rocío
Siembra de sentires en amado suelo
Que calmó mi angustia y mitigó congojas
Tumbando la muralla del esfuerzo
Que en plácida belleza, exhortó al alma
Llenándola de dicha y de contento
SOLO EN TI ME CONTEMPLO
Estás en el mundo, con bendiciones, libre
Eliminando temores tuyos, nunca ajenos
Encontrándote con valor, serenamente
Cuando ofreces con magia cada verso
Y ya no importa la vía que insegura
Me trata de amenaza en este suelo
No hay sendero que encuentre controlado
Ni se estrecha el alma cuando está en el cielo
Pues me tengo a mi misma y tu a mi lado
Disfrutando con mi amor tu bello templo
Sintiendo que al tenerte todo late
Pudiendo contemplar sin menosprecio
El mundo que no juzgo, ni desprecio
SOLO EN TI ME CONTEMPLO
Yo vi en la aurora de mi edad florida
En estampas añejas sin ningún deseo
La gloria, la riqueza y los falsos bienes
Me mostraron al hombre en su deliro ciego
Trataron de cercarme…no pudieron
Tu amistad me buscaba con denuedo
Y al mirarte mi alma sonreía
Me brindaste la paz en tierno seno
Ya no tuve que enfrentar ningún combate
La razón y el corazón fueron refuerzo
Afianzando mi espíritu, lo primero
¡Que Dios tan magnánimo y elocuente
luz la que otorgó en este anhelo!
Que al pasar estos lustros de mi vida
Un cuadro encantador viene con ellos
Ya no lanzo más quejas, ni gritos
Solo sembrar más flores en el huerto
SOLO EN TI ME CONTEMPLO
Ya no asilo los males ni los bienes
Ni la soledad ya está en mi pecho
Lejos está de la inoportuna vista
Dejándome libre mi suspiro pleno
Ante la sombra del amor sublime
Donde Dios me canta sus divinos cuentos
Y me entrega Su pluma para hacerle versos
Con la auténtica piedad que da lo eterno
Enjugando mi llanto en mi sereno lecho
Convidándome a meditar profundo
Sobre lo que tiene validez completamente
Y en ese silencio la mente nada adula
Ni el tiempo tiene afán, ni el verbo freno
Contigo y con El, mi interior es mundo
Libre y exenta de todo el desamparo
Con la maternal y feliz ternura
Que me dejaron mis manos de lucero
Cuando arrullé mis hijos en su cuna
Y me entregué con ellos al abrigo
De lo que da el sentir que el bien se aúna
De plácido entusiasmo y de dulzura
Imagen que me gozo en la franqueza
De decirme que no tiemblo en esta hondura
Porque solo en ti, yo me contemplo
Porque solo en Dios, me hallo futura
Y en mi misma y mi pluma, la entereza!
Autora : Dra. Victoria Lucía Aristizabal