Viaje al interior
©Victoria Lucía Aristizábal
Salir de nosotros, supone riesgo,
Es caminar con fuerza o con tropiezos
Es sentir en el interior la urdimbre
La trama que significa ser paciente
Aún a codazos, demoras, empujones
Aún estés sola, aún sin aliciente
Es cabalgar en la mente con palabras
Quién se escucha a si mismo y progresa
Sin desfallecer, sin frenarse, ni hundirse,
Es crear un poder en su cabeza.
Dejando lo inservible y no rendirse
Porque la certeza le procesa
¿Qué hacer entonces? Empuñar la espada
De las propias ideas y emociones
Y con redobles de luz abrirse paso,
Responder a la lija con la seda,
Y detenerse a recoger la rosa
Que ha germinado al borde de la senda;
La rosa no vendrá, debes cortarla
Quien al pasar la admira y la desea.
También hay riesgo aquí, con las espinas,
Más quien sangra valora lo que encuentra.
No somos islas en el mar perdidas,
Somos comarcas de la misma tierra,
Cuyas identidades se entrelazan,
De acuerdo a la demanda y a la oferta;
Somos piezas distintas
De este demográfico rompecabezas
.
Entra en silencio, dentro de ti misma,
No te cierres del todo, que a tu puerta
Arda una lámpara, y así, en la noche,
Si un peregrino pasa, y logra verla,
Sabrá que dentro el fuego está encendido,
Que te hayas alegre y a la espera
De algún amor que sea apasionado
Y en su virtud jamás se haya rendido
Si pasara de largo, quédate contigo
Que allí en tu interior el amor fluye
Como llama que siempre esta encendida
Al abrigo de Dios que siempre ama
A todo aquel que en todo le contempla
Y no tiene miedo a la vida y en calma
Ora por todos y ya de rodillas
Se inclina reverente ante el cielo
Que está esperando por tus semillas
Y con ellas el fruto de tus vuelos
Obedece la voz de tus impulsos,
Sal a la calle, el rastro de sus huellas
Te llevará hacia él; dile que es tarde,
Y que en tu hogar esperan a la mesa
Copas de un vino viejo
En cuyo fondo bailan las estrellas.
Autora : Dra. Victoria Lucía Aristizabal