A mi madre poema Leopoldo María Panero amor sublime
A mi madre
(reivindicación de una hermosura)
Escucha en las noches cómo se rasga la seda
y cae sin ruido la taza de té al suelo
como una magia
tú que sólo palabras dulces
tienes para los muertos
y un manojo de flores
llevas en la mano
para esperar a la Muerte
que cae de su corcel, herida
por un caballero que la apresa
con sus labios brillantes
y llora por las noches
pensando que le amabas,
dice sal al jardín y contempla
cómo caen las estrellas
y hablemos quedamente
para que nadie nos escuche
ven, escúchame hablemos
de nuestros muebles
tengo una rosa tatuada en
la mejilla y un bastón con
empuñadura en forma de pato
y dicen que llueve por nosotros
y que la nieve es nuestra
ahora que el poema expira
te digo como un niño, ven
he construido una diadema
(sal al jardín y verás cómo
la noche nos envuelve)
Autor del poema: Leopoldo María Panero
Bordados de Dios
Marilina Rébora
MADRE
“¿Qué quiere decir glauco?”
“Muy simplemente, verde.”
“Y añil, ¿qué significa?”
“Azul; es bien sencillo.”
“¿Y el escarlata, madre?
Di, para que me acuerde,
como siempre recuerdo
que el gualdo es amarillo.”
“Del latín scarlatum deriva el carmesí,
o más preciso el rojo, el de Caperucita,
y ya más definidos, los tonos de rubí:
encarnado, bermejo, sin que el punzó se omita.”
“Colores y colores, colores, madre mía,
en variedad constante que todo lo renueva
para dar a las cosas infantil alegría.
Por eso Dios se afana derramando colores
y, para que tengamos siempre alegría nueva,
borda ese paraíso, prisma de resplandores.”
Te adoro, abuelita
por ser tú mi amiga,
porque siempre tienes
tiempo para mi…
Tus blancos cabellos
saben muchas cosas,
cuentos de princesas,
refranes muy sabios,
y algunas canciones
que hablan de amor…
Tienes la respuesta,
tienes el perdón,
y muchas recetas
de ricos bizcochos,
por eso te adoro,
querida abuelita…
Por ser tú mi amiga,
porque me acunas,
porque siempre tienes
tiempo para mi
por tu beso tierno
y tu bendición
antes de dormir,
te adoro, abuelita…
Ninfa Duarte Torres