Madre Bendita que con mi alma y ser venero
Madre Bendita que con mi alma y ser venero
©Victoria Lucía Aristizábal
Madre bendita que con mi alma y ser venero,
Con Vientre Inmaculado de Celestial bondad,
Aquel que nos viene de nuevo, ya te amaba,
Jesús, el verbo eterno para enseñar a amar
Madre Inmaculada, por tus venas corrió un día,
La Sangre Santa, más pura que un cristal,
Y con tu rostro iluminado El Niño feliz nos mira
Pegado en tu costado en una devoción total.
A ti Madre te entrego, mi vida y mi familia,
Pidiendo que nos brindes la bendición del pan
Y al Niño hoy me hinco, le contemplo y pido,
Que si es posible nos ame, cada día más.
Bendice a los ancianos, los niños, los enfermos
Y bríndanos templanza sintiendo en este hogar
Que el mundo es bien de todos sin excluir a nadie
Sintiéndoles el alma, vibrando en Santa paz
Autora : Dra. Victoria Lucía Aristizabal
Historia del Día de la Mujer
El Día Internacional de la Mujer
es una fecha que se celebra
en muchos países del mundo.
Cuando las mujeres de todos
los continentes, a menudo
separadas por fronteras
nacionales y diferencias étnicas,
lingüísticas, culturales, económicas y
políticas, se unen para celebrar su día,
pueden contemplar una tradición
de no menos de noventa años de
lucha en pro de la igualdad,
la justicia, la paz y el desarrollo.
El Día Internacional de la Mujer
se refiere a las mujeres corrientes
como artífices de la historia y
hunde sus raíces en la lucha
plurisecular de la mujer por
participar en la sociedad en
pie de igualdad con el hombre.
En la antigua Grecia, Lisístrata
empezó una huelga sexual contra
los hombres para poner fin a la guerra;
en la Revolución Francesa,
las parisienses que pedían
«libertad, igualdad y fraternidad»
marcharon hacia Versalles para
exigir el sufragio femenino.
Los primeros años clave en el movimiento
Celebrado por las Naciones Unidas desde 1975 y
proclamado por la Asamblea en 1977,
el Día Internacional de la Mujer
encuentra sus orígenes en las manifestaciones
de las mujeres que, especialmente en Europa,
reclamaban a comienzos del siglo XX el derecho al voto,
mejores condiciones de trabajo y la