Caricia del tiempo en cada surco de la mente clara
Caricia del tiempo en cada surco de la mente clara
©Victoria Lucía Aristizábal Caricia del tiempo
Del alma me siento sembradora
en la amplitud que tiene la parcela
en cada surco de la mente clara
y mientras me siento soñadora
no dejo de escribir ante una vela
que me alarga la vida o me la para.
Tengo un ritmo que debe vincularse
me lo dice la comunión y el canto
cuando se vuelve cálido el mensaje
y con la emoción que al expresarse
en soledad la siento con su encanto
que se manifiesta en prolijo paisaje.
Las voces del tiempo son genuinas
con la profundidad y la belleza
que se ajustan a ti como mi amante
hablándome con palabras tan divinas
que suenan a virilidad y gentileza
lenguaje a la pasión de detonante.
Y aunque pensaba en el amor y olvido
como un decreto que me da la mente
como si de una sentencia se tratara
más el corazón me ha enmudecido
porque te encuentro tan coincidente
que no hay un amor que se equipara.
Y quiero resucitarlo muy profundo
como nos resucita el roce de una mano
o el beso que en la boca merodea
como en torno a mi hoy en mi mundo
pienso que vivir no ha sido en vano
cuando el amor regresa y me recrea.
Autora : Dra. Victoria Lucía Aristizabal
Remanso del alma
En el remanso del alma
Donde dormita el recuerdo
El Niño Jesús da calma
Cuando hay un buen acuerdo
Mi mano toma su mano,
En la cunita que tengo;
Mis labios le cantan nanas,
Un arrullo que lo duerma
Le busco de día y de noche,
Como amigo y compañero,
Cuando en mi almohada vacía
Me da valor si yo temo
Y pongo blancas almohadas,
Para que llegue a mi sueño,
Y en mi revoltijo de sábanas
Las arruguitas de encuentro
Mi noche fluye tranquila
Como un río de silencio;
Tengo una gran catarata
De emociones que ya siento
Y sueño en un gran Natal
Con la gente y sus valores
Jugando con La Virgencita
Con los ángeles y pastores
Y Su voz es un remanso
La de La Virgen tan tierna
Como la de mi mami que goza
Si ve que soy niño bueno
Y al despertarme del sueño
Siento paz en mi interior
Una profunda alegría
Porque con Dios soy mejor.
Autora : Dra. Victoria Lucía Aristizabal