Flores silvestres ilustraciones gratis para diseño
Flores silvestres ilustraciones gratis para diseño
1- Flores silvestres, por Carlos Tays (h)
» Miren los lirios del campo como van creciendo sin fatigarse, ni tejer. yo les aseguro que ni Salomón en el esplendor de su gloria se vistió como uno de ellos» Mateo 6, 24-30
La flor silvestre, la súbita y providencial florcita que un día creció por ahí.
La minuciosamente perfecta, la pequeña de grandísima belleza.
Ensimismada reina solo de pocos días.
A la candorosa y obstinada flor silvestre un día sin fecha
la llevará cualquier ventarrón o marchitarán los primeros calores.
Y a los hombres, no perseguirá la culpa de su muerte decorosa
como la marchitez de las otras ( las rosas).
Nuestra Primavera criolla y pampeana es obra de una
muchedumbre de flores silvestres por el campo.
La que cristaliza cerezos rituales en oriente, y
florece los almendros europeos no es menos eufórica en estas regiones.
Habrá de transformar el lomo pajizo y negro de nuestros campos en
verdaderos jardines.
A continuación de los aromos ya brotados; los álamos y los sauces,
empiezan, amarillo, la mostacilla, y la colza ( Brassica spp) y
junto con ellas blanco o lila, salteado y más alto, el nabo (Brassica napus).
Aras del suelovioleta, la verónica ( Verónica pérsica) y amarillo oro, el lotus
(Lotus tenius) y los tréboles de carretilla ( Medicago arábica).
Mezcladas con las flechillas bajas vibran, rojo, las margaritas punzó
(Glandularia peruviana) y las verbenas del campo, lila (Glandularia tenera).
En sitios más húmedos, las otras verbenas, moradas,
en el extremo de varas altas y duras que no se arrancan,
comprimen sus flores diminutas.
Margaritas del campo, quién no cortó la universal corona blanca
de centro amarillo (Chrysantemun anethifolium y Ch. myconis).
Y no la flor, el fruto, en la bolsa del pastor (Capsella bursa – pastoris),
perfecta miniatura de la bolsa, que al hombro,
llevaba provisiones del pastor en el Mediterráneo. E
scondidas, violetas que son amarillas (Viola arvensis)
sólo pueden verse despejando las otras con las manos .
Patinosa es la mata del diente de león (Taraxacum officinale)
con tosca flor amarilla sobre tallo hueco y lechoso.
Chiquita de centro achichonado, la manzanilla (Anthemis cotula y
Matricaria chamonilla) en los bajos, celeste, la florcita de menta
(Menta rotundifolia) enfría la tierra y el aire.
Debajo de los montes, todavía luminosos, delicadas
como su nombre, blancas, las lágrimas de la Virgen
(Nothoscordum inodorum) y habrá alguna violeta escapada.
¡ Que desparramo, azul, la flor morada (Echium plantagineum)
hará su turno!,
más tenue, celeste y como flotando la achicoria salvaje
(Cychorium intybus) salpicará el campo más tarde.
como encaje blanco harán lo suyo las biznagas (Ammi biznaga).
no hay abrojos todavía y parecen tiernos los cardos.
Tanta florcita, el gozo de muchos, es la pena del agricultor.
Vendrá violeta la cabeza pinchuda del que trajeran los jesuitas
(Cynara cardunculus) tosca mata cenicienta.
Cuando lastimen ya los abrepuños,
cuantos millones de flores ya se habrán ido.
En el aire recalentado peregrinan como espíritus los