La paloma Rafael Alberti creyó que el mar era cielo
La paloma poema texto completo: Rafael Alberti
Se equivocó la paloma,
se equivocaba.
Por ir al norte fue al sur,
creyó que el trigo era el agua.
y Creyó que el mar era el cielo
que la noche la mañana.
y Que las estrellas rocío,
que la calor la nevada.
y Que tu falda era tu blusa,
que tu corazón su casa.
(Ella se durmió en la orilla,
tú en la cumbre de una rama.)
Rafael Alberti nació en una familia de origen italiano.
Ambos de sus abuelos eran originarios de Italia e irlandés.
Ya que también una de sus abuelas provenía de Irlanda) que se dedicaba al negocio del vino en Cádiz.
Cursó la primera enseñanza con las Carmelitas.
Después ingresó en el colegio de jesuitas San Luis Gonzaga del Puerto.
La disciplina del colegio chocaba con el carácter del joven, que empezó a obtener malos resultados académicos.
Siendo expulsado en 1916 por mala conducta.
No superó el cuarto año de bachillerato.
En 1917 se traslada a Madrid con su familia.
Rafael decide seguir su vocación de pintor demostrando gran capacidad estética para captar el vanguardismo de la época.
Consigue exponer en el Salón de Otoño y en Ateneo de Madrid.
En 1920 muere su padre. Ante el cuerpo yaciente de su progenitor.
Rafael escribe sus primeros versos. Nace el Alberti poeta.
Una afección pulmonar le obliga a desplazarse a la localidad segoviana de San Rafael, en la Sierra de Guadarrama.
En el retiro comienza a trabajar los versos que luego formarían Marinero en tierra.
Restablecido, regresa a Madrid donde empieza a frecuentar la Residencia de Estudiantes y se rodea de otros poetas.
Conoce a Federico García Lorca, Pedro Salinas.
Jorge Guillén, Vicente Aleixandre, Gerardo Diego y otros jóvenes autores que van a constituir el más brillante grupo poético del siglo XX.
En 1925 recibe el Premio Nacional de Poesía por Marinero en tierra convirtiéndose en una figura preeminente de la lírica española.
En 1927, con ocasión del tricentenario de la muerte de Luis de Góngora.
Aquel grupo de poetas decide rendir un homenaje en el Ateneo de Sevilla al maestro del barroco español.
Ese acto supuso la consolidación de la llamada Generación del 27, protagonista de la edad de plata de la poesía española.
En los años siguientes, Alberti sufre una crisis existencial debida a su delicada salud, sus penurias económicas y la pérdida de la fe.
La evolución de su conflicto interior se manifiesta en su poesía de estos años.
Sobre los ángeles toca un fondo de desolación que sólo superará mediante el compromiso político.
Durante la dictadura del general Primo de Rivera participa en revueltas estudiantiles.
Apoya el advenimiento de la Segunda República Española y se afilia al Partido Comunista.
Para él, la poesía se convierte en un arma necesaria para sacudir conciencias, una forma de cambiar el mundo.
En 1928 se encontraba viendo la final de la Copa del Rey de Fútbol entre el FC Barcelona y la Real Sociedad.
Donde destacó el portero culé Franz Platko.
El poeta le dedicó un poema por su espléndido partido.
En 1930 conoce a María Teresa León, con la que fundaría en 1933 la revista revolucionaria «Octubre».
Viaja a la Unión Soviética donde asiste a una reunión de escritores antifascistas.
En 1936 estalla la Guerra Civil.
Durante este periodo Alberti fue miembro de la pro soviética Alianza de Intelectuales Antifascistas junto con otros autores como María Zambrano.
Ramón Gómez de la Serna, Miguel Hernández, José Bergamín, Rosa Chacel, Luis Buñuel, Luis Cernuda.
Pedro Garfias, Juan Chabás, y Manuel Altolaguirre entre otros.
En su actividad, además de la propiamente cultural, se hicieron manifiestos.