Pascua Ilustraciones imprimibles gratis para diseño
Pascua Ilustraciones imprimibles gratis para diseño
¿QUÉ ES LA CUARESMA?
Llamamos Cuaresma al período de cuarenta días (quadragesima) reservado a la preparación de la Pascua, y señalado por la última preparación de los catecúmenos que deberían recibir en ella el bautismo.
¿DESDE CUÁNDO SE VIVE LA CUARESMA?
Desde el siglo IV se manifiesta la tendencia a constituirla en
tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia,
con la práctica del ayuno y de la abstinencia.
Conservada con bastante vigor, al menos en un principio,
en las iglesias de oriente, la práctica penitencial de la
Cuaresma ha sido cada vez más aligerada en occidente,
pero debe observarse un espíritu penitencial y de conversión.
¿POR QUÉ LA CUARESMA EN LA IGLESIA CATÓLICA?
“La Iglesia se une todos los años, durante los cuarenta días de la Gran Cuaresma, al Misterio de Jesús en el desierto” (n. 540).
¿CUÁL ES, POR TANTO, EL ESPÍRITU DE LA CUARESMA?
Debe ser como un retiro colectivo de cuarenta días, durante los cuales la Iglesia,
proponiendo a sus fieles el ejemplo de Cristo en su retiro al desierto,
se prepara para la celebración de las solemnidades pascuales,
con la purificación del corazón, una práctica perfecta de la vida cristiana y una actitud penitencial.
¿QUÉ ES LA PENITENCIA?
La penitencia, traducción latina de la palabra griega metanoia que en la
Biblia significa la conversión (literalmente el cambio de espíritu)
del pecador, designa todo un conjunto de actos interiores y exteriores dirigidos
a la reparación del pecado cometido, y el estado de cosas que resulta de ello para el pecador.
Literalmente cambio de vida, se dice del acto del pecador que
vuelve a Dios después de haber estado alejado de Él, o del incrédulo que alcanza la fe.
¿QUÉ MANIFESTACIONES TIENE LA PENITENCIA?
“La penitencia interior del cristiano puede tener expresiones muy variadas.
La Escritura y los Padres insisten sobre todo en tres formas:
el AYUNO, la oración, la limosna, que expresan la conversión con relación a sí mismo,
con relación a Dios y con relación a los demás. Junto a la purificación radical
operada por el Bautismo o por el martirio, citan, como medio de obtener el
perdón de los pecados, los esfuerzos realizados para reconciliarse
con el prójimo, las lágrimas de penitencia, la preocupación
por la salvación del prójimo, la intercesión de los santos y la práctica de la caridad
“que cubre multitud de pecados” (1 Pedro, 4,8.).” (Catecismo Iglesia Católica, n. 1434).