Yo no olvido el año viejo me ha dejado cosas buenas

Yo no olvido el año viejo me ha dejado cosas buenas

Yo no olvido el año viejo me ha dejado cosas buenas

 

Yo no olvido el año viejo me ha dejado cosas buenas

Letra: Yo no olvido el año viejo

porque me ha dejao cosas muy buenas

aaahhhiii yo no olvido no, no, no el año viejo porque me ha dejao cosas muy buenas

me dejo una chiva, una burra negra,

una yegua blanca y una buena suegra

me dejo una chiva, una burra negra,

una yegua blanca y una buena suegra

dejo una chiva, una burra negra, una yegua blanca y

una buena suegra

ahi me dejo, me dejo, me dejo, me dejo cosas buenas cosas

muy bonitas ahi yo no olvido el año viejo

porque me ha dejao cosas muy buenas

aaahhhiii yo no olvido no,no,no el año viejo

porque me ha dejao cosas muy buenas

me dejo una chiva, una burra negra, una yegua blanca y

una buena suegra me dejo una chiva,

una burra negra, una yegua blanca y

buena suegra me dejo una chiva,

burra negra, una yegua blanca y

buena suegra ahi me dejo,

me dejo, me dejo, me dejo cosas buenas

cosas muy bonitas

SE ACERCA UN NUEVO AÑO

Dicen que cuando se acerca fin de año los ángeles curiosos se sientan al borde de las nubes a escuchar los pedidos que llegan desde la tierra.

– ¿Qué hay de nuevo? -pregunta un ángel pelirrojo, recién llegado.

Lo de siempre: amor, paz, salud, felicidad…- contesta el ángel más viejo.

Y bueno, todas esas son cosas muy importantes.

Lo que pasa es que hace siglos que estoy escuchando los mismos pedidos y aunque el tiempo pasa los hombres no parecen comprender

que esas cosas nunca van a llegar desde el cielo, como un regalo.

¿Y qué podríamos hacer para ayudarlos?

– Dice el más joven y entusiasta de los ángeles.

¿Te animarías a bajar con un mensaje y susurrarlo al oído de los que quieran escucharlo?

– pregunta el anciano.

Tras una larga conversación se pusieron de acuerdo y el ángel pelirrojo se deslizó a la tierra

convertido en susurro y trabajó duramente mañana, tarde y noche,

hasta 1os últimos minutos del último día del año.

Ya casi se escuchaban las doce campanadas y el ángel viejo esperaba ansioso

la llegada de una plegaria renovada.

Entonces, luminosa y clara, pudo oír la palabra de un hombre que decía:

“Un nuevo año comienza.

Entonces, en este mismo instante,

empecemos a recrear un mundo distinto,

un mundo mejor: sin violencia, sin armas, sin fronteras,

con amor, con dignidad;

con menos policías y más maestros, con menos cárceles y más escuelas,

Unamos nuestras manos y formemos

una cadena humana de niños, jóvenes y adultos,

hasta sentir que un calor va pasando de un cuerpo a otro,

el calor del amor, el calor que tanta falta nos hace.

Si queremos, podemos conseguirlo, y si no lo hacemos estamos perdidos,

porque nadie más que nosotros podrá construir nuestra propia felicidad”.

Desde el borde de una nube, allá en el cielo,

dos ángeles cómplices sonreían satisfechos.

Del libro: “Cuentos para Niños de 8 a 108 II” – Pancho Aquino

Silvita

Diseñadora, Casada, dedico mi sitio a preservar el Arte y la Cultura Infantil, A la memoria de mi sobrina Laura Ambrosio Battistel. Material uso escolar y docente

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